miércoles, 29 de abril de 2020

La UE preocupada por la desinformación

Fuente de la imagen: mvc archivo propio
Si eres follower de este sitio sabes mi preocupación por todo lo que rodea a la “mentira” en general y a las falsas noticias – fake news- y desinformación en específico[1]. Hace unos años, en “Plan de acción para contrarrestar desinformación” te informaba de la puesta en marcha, por parte de la Unión Europea (UE), un plan de Acción para intensificar los esfuerzos para contrarrestar la desinformación en Europa y más allá[2], centrado en cuatro áreas clave para desarrollar efectivamente las capacidades de la UE y fortalecer la cooperación entre los Estados miembros y la UE. Por un lado la "detección mejorada", donde las Fuerzas de Trabajo de Comunicación Estratégica y la Célula de Fusión Híbrida de la UE en el Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE), así como las delegaciones de la UE en los países vecinos se reforzarían con personal especializado adicional y herramientas de análisis de datos[3]. Por otro una "respuesta coordinada", estableciendo un sistema de alerta rápida dedicado entre las instituciones de la UE y los Estados miembros para facilitar el intercambio de datos y evaluaciones de campañas de desinformación y para proporcionar alertas sobre amenazas de desinformación en tiempo real[4]. Igualmente, las "plataformas e industria en línea" donde los firmantes del Código de Prácticas (CP) debían implementar de manera rápida y efectiva los compromisos asumidos en virtud del CP[5]. Finalmente, "sensibilización y capacitación de los ciudadanos", en la que, además de las campañas de sensibilización dirigidas, las instituciones de la UE y los Estados miembros promoverían la alfabetización mediática a través de programas específicos[6]

Pues bien, parece que la UE sigue preocupada por los intentos de desinformación. El último informe, publicado hace poco por el Parlamento Europeo (PE), Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE), proporciona una visión general de las tendencias actuales y los conocimientos sobre las actividades de desinformación relacionadas con la pandemia de COVID-19 en todo el mundo. El informe señala una proliferación de información errónea, incidentes de desinformación y otras formas de manipulación y distorsiones relacionadas con la pandemia de COVID-19. A pesar de su impacto potencialmente grave en la salud pública, fuentes oficiales y respaldadas por el estado de varios gobiernos han seguido atacando ampliamente las narrativas de conspiración y la desinformación tanto en audiencias públicas en la UE como en el vecindario en general, según el texto. En una resolución reciente adoptada por el PE, se destacó que la desinformación sobre COVID-19 es un importante problema de salud pública, por lo que la UE debería establecer una fuente de información europea para garantizar que todos los ciudadanos tengan acceso a información precisa y verificada. Los eurodiputados también pidieron a las compañías de redes sociales que tomen de manera proactiva las medidas necesarias para detener la desinformación y el discurso de odio relacionado con el coronavirus. Fuente de la información: PE. Fuente de la imagen: mvc archivo propio.
_____________________________________
[2] Como ya transcribí en el texto "La mejor arma para luchar contra las fake news", el enfoque defensivo más efectivo es el de una "sociedad formada". No obstante, cualquier otro proyecto que se auspicie para luchar contra esta "arma bélica" del siglo XXI, debe ser considerado. 
[3] Se esperaba que el presupuesto de comunicación estratégica del SEAE para abordar la desinformación y aumentar la conciencia sobre su impacto adverso se duplicara, pasando de 1,9 millones de euros en 2018 a 5 millones de euros en 2019. Los Estados miembros de la UE deberían complementar estas medidas reforzando sus propios medios para tratar con desinformación. 
[4] Las instituciones de la UE y los Estados miembros también se centrarían en una comunicación proactiva y objetiva sobre los valores y las políticas de la Unión. 
[5] Eso incluía, en particular, garantizar la transparencia de la publicidad política, paso a paso los esfuerzos para cerrar cuentas falsas activas, etiquetar las interacciones no humanas (mensajes propagados automáticamente por "bots") y cooperar con verificadores de hechos e investigadores académicos para detectar campañas de desinformación y hacer que el contenido verificado sea más visible y generalizado. La Comisión, con la ayuda del grupo europeo de reguladores a cargo de los servicios de medios audiovisuales, garantizaría un seguimiento cercano y continuo de la implementación de los compromisos. 
[6] Se proporcionaría apoyo a los equipos multidisciplinarios nacionales de verificadores de hechos e investigadores independientes para detectar y exponer campañas de desinformación en las redes sociales.