martes, 28 de abril de 2020

¿Listo o inteligente?

Fuente de la imagen: mvc archivo propio
Si eres follower de este sitio conoces mi interés por todo lo relacionado con las "altas capacidades intelectuales"[1]. En “El peso de una etiqueta”, te trasladaba la reflexión de José Luis, editor de “El incansable aspersor”, acerca del peso de esa etiqueta y las expectativas de cumplimiento que suponen un añadido: “un mal uso de una etiqueta puede generar un daño importante en una persona o en sus relaciones con los demás. Y es aquí donde debemos pensar seriamente qué tipo de expresiones vamos a usar cuando tratamos con personas que tienen ciertas habilidades cognitivas destacadas”. Apunta que “las etiquetas pueden ser importantes solo como un medio para conseguir una adecuada atención educativa dentro del aula, o para una adecuada atención psicosocial fuera del aula".

Me alineo con la tesis de José Luis, en el sentido que "las etiquetas no son un fin. Y nunca serán capaces de definirnos al completo como personas". Refresco lo anterior porque parte de la tarde del lunes la pasé asistiendo a la web conferencia programada por la Universidad Udima, bajo el título “Inteligencia y Liderazgo”, que corrió a cargo de la experta Carmen Sanz Chacón[2], analizando los conceptos de inteligencia, inteligencia emocional e inteligencias múltiples, así como el desarrollo de la inteligencia, las diferencias entre géneros y su impacto en las capacidades de liderazgo. También, trató las claves de la confianza en uno mismo y las metas personales que pueden influir en nuestras decisiones profesionales y en nuestra capacidad de liderazgo.

Me gustó la distinción entre "listo" e "inteligente", que me recordó a mi profesor de Técnicas de Negociación, Andrés[3], enseñanzas que he referenciado en este sitio[4], cuando decía que el mundo estaba dividido entre listos e inteligentes. Para Sanz “todos estamos acostumbrados a llamar listo a aquella persona con esa habilidad natural para conseguir lo que desea”. Define inteligente como “las personas con alto CI[5]”. Coincido con Carmen y Andrés en que ser inteligente no es sinónimo de éxito, si bien suele suceder que los inteligentes suelen tener oficios mejor renumerados, aunque no siempre es así. A continuación inserto el vídeo de la ponencia, alojado en Youtube cortesía de UDIMA. Fuente de la imagen: mvc archivo propio.
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[2] Presidenta Fundación El Mundo del Superdotado. Psicóloga Clínica y Licenciada en Ciencias Físicas. 
[3] El doctor Mínguez Vela es Licenciado en Filosofía y Ciencias de la Educación por la Universidad de Valencia (1980). Formador en Habilidades Directivas en ESIC desde 1991, principalmente en los campus de Valencia y Madrid. También ha prestado sus servicios profesionales en pymes dedicadas al Desarrollo e Investigaciones Turísticas. Ha impartido clases en diversas universidades españolas, así como en centros de estudios de México, Costa Rica y Ecuador, en Latinoamérica.