viernes, 2 de noviembre de 2007

Contradicciones urbanísticas

En relación a la planificación urbanística, decía en 1973 Manuel de Solá Morales[1] que “La planificación es tanto como coordinación: compromiso. Compromiso de la Administración (de la contribución pública) en servicio puntual a patronos, compromiso de que los comensales del banquete del suelo y de la construcción encuentren bien dispuesta la mesa de los accesos, de los desagües, de las estaciones, de los cementerios, las zonificaciones y los trámites, también.” 

Pero, para Horacio Capel[2], “la planificación urbana cumple, además, un papel ideológico bien claro, difundiendo la idea de racionalidad, de ordenación y de organización del territorio. Las previsiones para el 2010 o 2015, a veces realizadas mediante simples y burdas extrapolaciones de tendencias, sugieren a la población una idea de rigor que, unido al fárrago de los razonamientos pseudocientíficos y a la presentación críptica de los resultados, tratan de que la sociedad acepte opciones adoptadas con anterioridad y de forma generalmente independiente a los estudios realizados” (imagen del MEC). Imagen de la Alhambra de Granada. Fuente: elaboración propia.
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[1] Arquitecto español, catedrático de urbanismo de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona y fundador de la Sociedad Catalana de Ordenación del Territorio, adscrita al Instituto de Estudios Catalanes.
[2] Geógrafo español, reconocido especialmente por su labor en el campo de la geografía urbana.