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Igualmente, apuntaba mi propia experiencia, sufrimiento y aprendizaje a raudales y la necesidad de disponer de un alto nivel emocional, porque no siempre se desenvuelven los acontecimientos tal y como se prevén en la versión 0.0 del imprescindible plan estratégico. En lo que a las secuelas te comentaba que, en mi caso, cuando termino la relación con la empresa sufro bastante y lo paso muy mal al ser muy intensa la interacción humana, el fluir de sentimientos y la identificación con el negocio. Algo se desgarra en mi interior y percibo que un granito de mi ser se queda en esa organización. El pasado martes, mientras esperaba incorporarme a una reunión con profesorado de Trabajo Social, estuve hojeando el artículo de Arantxa Lozoya en la revista de la Mutualidad de la Abogacía Española, MA[5], donde describe el perfil LIM, de Legal Interim Management, que traducido con mi inglés oriundo de los Montes de Málaga es algo así como “Gestión interina legal”. Para Lozoya, los LIMers son letrados experimentados, muy especializados y enfocados a resultados, que se contratan durante un tiempo determinado en una empresa o en un bufete para un proyecto o caso específico, entre 4 y 6 meses de media temporal. Fuente de la imagen: mvc archivo propio.
[1] Velasco-Carretero, Manuel. Director de Transición. 2003. Sitio visitado el 17/10/2019.
[2] Velasco-Carretero, Manuel. Interim manager. 2006. Sitio visitado el 17/10/2019.
[3] Algunas de las características del perfil.
[4] Pudiendo, en raras ocasiones, superar la barrera de los dos años.
[5] Lozoya, Arantxa. “Abogados LIM, talento jurídico al alcance de la mano”, Número 105 de la revista de la Mutualidad de la Abogacía Española, MA . Septiembre, 2019.