Hace unos meses, en el post “Aprendiendo a programar”[1], te comentaba el lenguaje de programación Scratch, generado en Massachusetts Institute of Technology (MIT) y con el que el peque puede programar sus propias historias interactivas, juegos y animaciones y retroalimentarse didácticamente con otros en la comunidad en línea, siguiendo las normas de convivencia y estilo del sitio.
Pues bien, de las tropecientas animaciones que el querubín tiene esbozadas, algunas verdaderamente curiosas pero que no las considera acabadas (porque les falta tal solución o hito no resuelto favorablemente), ayer se dignó poner en la opción pública el que te inserto a continuación. Para ello pulsa el icono de la bandera que está en el centro de la imagen, si quieres activar la creación, advirtiéndote que depende de la versión y características de tu visor player, el que puedas verla bien.
Para finalizar, y en línea con el título de la animación, me ha recordado una película de dibujos animados que vi hace unos años (te dejo un tráiler, subido a Youtube por MoyMangosta), titulada precisamente “Los gatos no bailan”, de bastante presupuesto y escasa recaudación, donde el talentoso gato Danny lucha por destrozar las barreras que se le ponen delante y demostrar que los sueños pueden hacerse realidad.