viernes, 21 de febrero de 2025

¿Explotación o cohabitación?

Instante de la ponencia.  De izq. a drcha. Dr. D. Ulrich Brand, presentado por el Dr. D. Juan Marcos Castro Bonaño. Fuente de la imagen: mvc archivo propio
Después de impartir la clase de Derecho Administrativo Turístico del Grado en Turismo de la Facultad de Turismo de la Universidad de Málaga (UMA), asistí al seminario bajo el título "Crisis del turismo y transición ecosocial. De la explotación a la cohabitación en los destinos turísticos”, impartido por el profesor Dr. D. Ulrich Brand[1] y organizado por el Instituto Andaluz de Investigación e Innovación en Turismo (IATUR), institución impulsada por las Universidades de Granada, Málaga y Sevilla[2]. Y es que la crisis del turismo, exacerbada por eventos globales recientes (Gaza, Guerra de Ucrania, preocupantes declaraciones del Presidente de Estados Unidos…), hizo que el ponente nos invitara a reflexionar profundamente sobre el modelo turístico que se ha construido en las últimas décadas y pensar otro enfoque más en línea con la cohabitación. Ciertamente, el turismo, que en algunas regiones del Planeta ha sido o es motor de desarrollo y encuentro cultural, de un tiempo a esta parte se ha visto atrapado en una dinámica de explotación de recursos naturales y comunidades locales, generando impactos negativos que, a pesar de “la mirada hacia otro lado” de algunos dirigentes políticos, difícilmente “el común de los mortales” puede ignorar, por lo que “ahora más que nunca” es muy conveniente transitar hacia un nuevo paradigma, donde la cohabitación armoniosa entre visitantes y destinos sea una de las piedras angulares. Para Brand, la transición "ecosocial" se presenta como el camino a seguir, implicando repensar la forma en que se viaja o se consume y cómo el turista interactúa con los lugares, no bastando con admirar la belleza de un paisaje o disfrutar de la gastronomía local, sino que es necesario involucrarse activamente en la preservación de ese entorno y en el bienestar de las comunidades que lo habitan. El turismo del futuro debe ser proactivo (M. Velasco, 2008)[3] o identitario (M. Velasco, 2003)[4] , ahora denominados  ambos como "generativo" (M. Velasco, 2025)[5] o "comunitario" (M. Velasco, 2025)[6], es decir, capaz de generar un impacto positivo en los destinos, contribuyendo a un desarrollo sostenible y a la conservación del patrimonio cultural y natural del ámbito territorial (zona, comarca, región…) que se visita. 

Pero, a partir de la exposición de Ulrich, sería lógico deducir que este cambio de paradigma requiere un compromiso por parte de los actores implicados, desde las sociedades locales a las administraciones públicas (AAPP), siendo consciente el turista en todo momento de sus huellas ecológica, social, cultural y económica, optando por experiencias turísticas que prioricen el consumo de productos locales, el respeto por el medio ambiente y la interacción auténtica con las comunidades locales. Por parte de los oferentes de servicios turísticos, deben adoptar prácticas sostenibles en todas sus actividades mercantiles. A su vez, las comunidades locales, de forma similar a la experiencia que contaba el Líder Masái S. E. William Kikanae Ole Pere (M. Velasco, 2025)[7], tienen que participar proactivamente en la gestión y dirección de las experiencias turísticas desarrolladas en sus ámbitos territoriales de actuación, asegurando que el turismo contribuya a un desarrollo y bienestar de sus habitantes. En cuanto a las AAPP, abogar por la legislación de un ordenamiento jurídico que incite el cultivo de un turismo sostenible y, por derivación, responsable. Finalmente, cabría preguntarse ¿Qué implica la cohabitación en el turismo? De las reflexiones de Brand, se deduce que involucra el establecimiento de una convivencia sintónica entre las personas que viajan y las comunidades locales de los destinos turísticos que se visitan, en el sentido de que esta cohabitación en el turismo va más allá de la simple presencia de turistas en un lugar, escudriñando un equilibrio entre el beneficio turístico en el ámbito territorial visitado y la preservación de la cultura, las tradiciones y el entorno natural. Presiento que esta necesaria transición hacia un modelo de cohabitación en los destinos turísticos va a requerir un cambio de mentalidad y un compromiso de los distintos colectivos afectados, pero, a la vista de las conclusiones del ponente, no cabe duda que es un vía crucis obligado para asegurar que las actividades turísticas dejen a un lado las nocivas costumbres explotadoras y degradantes e induzcan, impresionando positivamente, el desarrollo de las sociedades locales y el encuentro cultural, abogando por un “turismo resiliente”[8]. Fuente de la imagen: mvc archivo propio.
______________________
[1] Catedrático de Política Internacional en el Instituto de Ciencia Política de la Universidad de Viena (Austria)
[2]  Está formado por 206 miembros. y orientado a la realización de nuevas investigaciones de excelencia a nivel internacional y nacional en colaboración y cooperación con el tejido productivo andaluz.
[3] Velasco-Carretero, Manuel (2008). En torno al turismo proactivo. Sitio Economía Sostenible. Visitado el 21/02/2025.
[4] Velasco-Carretero, Manuel (2003). Turismo identitario. Sitio Economía Sostenible. Visitado el 21/02/2025.
[5] Velasco-Carretero, Manuel (2025). Paradigma para viajar y transformar. Sitio visitado el 21/02/2025.
[6] Velasco-Carretero, Manuel (2025). Experiencias auténticas en destinos locales. Sitio visitado el 21/02/2025.
[7] Velasco-Carretero, Manuel (2025). Experiencias auténticas en destinos locales. Sitio visitado el 21/02/2025.
[8] Capacidad de un destino turístico, una empresa o una comunidad para afrontar y recuperarse de situaciones adversas, ya sean crisis o cambios a medio y largo plazo, siendo capaz de adaptarse y transformarse frente a los retos, minimizando los impactos negativos y aprovechando las oportunidades para seguir desarrollándose de manera sostenible.