sábado, 22 de febrero de 2025

Aromas de sol y miel

Fuente de la imagen: Zumbral. Sitio vinopost (M. Velasco, 2024)
Regocijante sobremesa, junto a los anfitriones Daniela y Fausto y en torno a un Zumbral (M. Velasco, 2024)[1], que nace en las laderas de la Axarquía, donde el sol besa las viñas y el suelo de pizarra se une al clima cálido y seco. Vino tierno de la Denominación de origen Málaga, que captura la esencia de la variedad Moscatel de Alejandría. Las uvas, fruto del trabajo de personas dedicadas en cuerpo y alma a la vitivinicultura, se vendimian a mano con esmero, transmitiendo la tradición de generación en generación. Luego, se extienden sobre los paseros durante una quincena aproximadamente, donde el sol concentra su dulzura en cada grano, un ritual que requiere paciencia y conocimiento ancestral. Una vez alcanzado el punto óptimo de maduración, el fruto se lleva a la bodega para su prensado, dando inicio a un proceso vinícola de crianza y envejecimiento que culmina en un vino excepcional. Y es que, según se lee en el sitio virtual de la bodega, Zumbral reposa durante dos años en trujales subterráneos, confiriéndole la tierra ese carácter especial, un método de elaboración que habla de la conexión entre el vino y su origen. 

Posteriormente, se traslada a barricas centenarias de roble americano, en las que permanece durante tres años, adquiriendo aromas y sabores complejos, resultado del paso del tiempo y la sabia combinación de tradición y técnica. El resultado es un vino de color ámbar oscuro, con una nariz potente que evoca frutos secos, uvas pasificadas, tostados y miel, aromas que nos cuentan historias de la tierra y del trabajo de sus habitantes. En boca, su dulzura no empalaga, sino que se equilibra con una acidez refrescante, posibilitando una experiencia untuosa y sabrosa, invitación a disfrutar de la complejidad de sabores. Su final es largo y placentero, dejando un recuerdo imborrable en el paladar, liturgia que se comparte y se celebra. Zumbral es un vino que invita a la contemplación, a disfrutar de cada sorbo y a descubrir los aromas y sabores que lo componen. Es un tesoro de la Axarquía malagueña, un vino que refleja la pasión y el cuidado de la Bodega Antonio Muñoz Cabrera, que merece ser compartido y disfrutado como una celebración de la tierra, la tradición y el buen hacer. Fuente de la imagen: mvc archivo propio.
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[1] Velasco-Carretero, Manuel (2024). Zumbral. Sitio vinopost. Visitado el 22/02/2025.