Recordar el origen para encarar el destino

Fuente de la imagen: rvs 2014.

Vía el social media que frecuento, pregunta el seguidor de este sitio, Salvador, qué significa eso de “necesidad de colaboración en la economía agrícola y ganadera familiar”, recogido en “Solvencia Técnica”. Le traslado lo que describo en “Acerca de” y que he comentado varias veces en otros textos: que las necesidades familiares propiciaron que tuviera que ayudar a los ancestros en labores agrícolas y ganaderas desde pequeñín, básicamente como pastor, recolector y, supuestamente, aprendiz de agricultor (M. Velasco, 2014)[1], en la zona de la Cañada Real de la Cueva del Gato[2], y que influyó en la incorporación extemporánea a distintas escuelas (M. Velasco, 2016)[3].

Posteriormente, llegó lo de camarero en Donostia (M. Velasco, 2007)[4] y en Ronda, hasta que, estudiando la diplomatura universitaria en empresariales, me ofrecieron una pasantía en un despacho de economistas y abogados. Pero creo que siempre es bueno recordar los orígenes, para no perder el norte en el presente y seguir caminando decentemente hacia el futuro. En mi caso el campo y, fundamentalmente, el pastoreo de cabras y ovejas y la recolección de frutas y verduras (M. Velasco, 2007)[5]. Mal aprendiz de agricultor debí ser porque poco o nada me quedó de las supuestas enseñanzas de los mayores (M. Velasco, 2019)[6]. Fuente de la imagen: rvs 2014.

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[1] Velasco Carretero, Manuel (2014). Cálido patrocinio. Sitio visitado el 31/01/2024.
[2] Serranía de Ronda, España.
[3] Velasco Carretero, Manuel (2006). Máquina trituradora de niños. Sitio visitado el 31/01/2024.

[4] Velasco Carretero, Manuel (2007). Donosti. Sitio visitado el 31/01/2024.

[5] Velasco Carretero, Manuel (2007). Pastor y porquero. Sitio visitado el 31/01/2024.

[6] Velasco Carretero, Manuel (2019). Aprendiendo a preparar un simientero. Sitio visitado el 31/01/2024.