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El autor confesaba su propósito en el prólogo: ayudar a edificar y sostener un ejercicio profesional de alta calidad y muy rentable. Basado en una conjeturada investigación exhaustiva, se garantizaban unos excelentes niveles de ingresos, al margen de la situación económica global o local. Por varias razones, desde que "lo que puede valer en una era no tiene por qué ser efectivo en otra", hasta que no dejaba de ser solo "la verdad de Lambert”, descubrí que no fue para tanto. Sin embargo, es justo reconocer que aportó valor en mi caminar como consultor, por ejemplo, a la hora de fijar honorarios, elaborar presupuesto o lo relativo a la mercadotecnia, al poder contrastar estrategias y modular hábitos.
La relativa desilusión se puede encontrar en que el autor se dirige al rol de consultoría en general, desde un economista o abogado hasta un ingeniero industrial o un médico, por lo que su ambicioso propósito se difumina al no centrarse en lo particular de cada especialización. Ciertamente, Tom dejó claro que el manual no contenía fórmulas mágicas, pero garantizaba que si el lector llevaba a la práctica las ideas que iba a encontrar en el contenido, tendría éxito. En todo caso, lo considero interesante para una persona que vaya a iniciarse en la consultoría. Parte de este texto también se ha editado en el sitio book—post, bajo el título “Manual de Consultoría”. Fuente de la imagen: mvc archivo propio.
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[1] Lambert, Tom. Manual de Consultoría. Ed. Gestión 2000. 2001.
[2] Velasco Carretero, Manuel. Networking (2006), Proactivo, interdependiente (2008), Haciéndonos mundanos (2014), Sí, sería bueno (2018). Sitios visitados el 14/02/2014.