martes, 15 de febrero de 2022

El efecto nocivo de la microgestión

Fuente de la imagen: mvc archivo propio
A riesgo de que me enviara a “freír espárragos[1] y advirtiéndole previamente de que me pagaba para decirle lo que pensaba, no para reírle las gracias, le trasladé que en mi opinión “se pasaba tres pueblos” verificando hasta el más mínimo detalle de las actividades establecidas a sus colaboradores y colaboradoras. Se lo podía decir más alto, pero no más claro: estaba ahogando a su personal con tanto control de los detalles, dando la impresión de que no confiaba para nada en el equipo.

Esta conducta de algunos gerentes, responsables o coordinadores, evaluando cada matiz de una actividad, proceso o tarea, H. Chambers[2], C. McConnell[3], E. Bernstein y N. Canner[4], la denominan micromanagement, (microdirección o microgestión), es decir, un control excesivo de todo, incluso de los pequeños detalles (de ahí lo de “micro”), lo que propicia, además de un sentimiento de desconfianza y de cierto miedo, el riesgo de desconcentración en los aspectos sensibles o importantes.

Los motivos de este inadecuado hábito son diversos, por un lado, relacionados con la personalidad del directivo y su relación de poder con los subordinados y, por otro, las exigencias del mercado donde se trabaja, costumbres que se hacen más intensas en periodos de incertidumbre o de “vacas flacas”. Finalmente, a veces se utiliza esta conducta conscientemente, por ejemplo, estableciendo estándares medibles para “cazar” a perfiles nocivos. Fuente de la imagen: mvc archivo propio.
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[1] Velasco Carretero, Manuel. Me fui a coger espárragos. 2010. Sitio visitado el 15/02/2022.
[2] Chambers, Harry. My Way or the Highway. Berrett Koehler Publishers. 2004.
[3] McConnell, Charles. Micromanagement is Mismanagement. National Federation of Independent Business. 2006.
[4] Canner, Niko; Bernstein, Ethan. "Why is Micromanagement So Infectious?". Harvard Business Review.2016. Sitio visitado el 15/02/2022.