sábado, 16 de octubre de 2021

Tutorizando el caminar a la Excelencia

Instantánea de una de las incontables videotutorias TFM individuales 
Pelín triste me he levantado esta mañana. El viernes me despedí de la III Promoción de Trabajos Fin de Máster (TFM) del Máster de Compliance y Protección de Datos de la Escuela Internacional de Posgrados (EIP), título propio de la UEMC. Agradezco a la dirección la oportunidad que me ha brindado. Han sido nueve meses y tres grupos: I, II y III (creo que ya va la Escuela por la Promoción XI), tres ediciones en las que he trabajado el método que te comenté en “Relación académica especial, única, excelente” (M. Velasco, 2021)[1], porque creo a pie juntillas que un Trabajo Fin de Grado (TFG), un Trabajo Fin de Experto (TFE) o un TFM cumplen una Triple Función: 1. ser la guinda académica del pastel conformado por ese estudio universitario realizado (no solo para cumplir con lo estipulado en el Plan de Bolonia); 2. limar asperezas, sanar heridas… acumuladas por el alumno o la alumna durante el desarrollo del programa didáctico del máster (planteamiento que repercute positivamente en la reputación de la institución educativa); y 3. que todo el sufrimiento pedagógico se convierta en disfrute intelectual. Y para ello, una relación académica directa y continua entre tutorizado/a y tutor/a es esencial para garantizar esa oportunidad de lo que recientemente le transmitía a la alumna Daniela, que la elaboración del TFM es un trabajo conjunto, armonioso, entre tutorizado/a y tutor/a; si ambos realizan con ánimo su tarea, seguro que el alumno o la alumna caminará hacia esa excelencia que anhela y se merece.

Por lo demás, como todo en la vida, conviven principio y final. En este mundo que nos toca vivir, de reputación on line, análisis masivo de datos (big data), anteponer coste a inversión o la optimización de la gestión del talento en las organizaciones, es momento de poner en standby el formato de dirección de TFMs en el que creo, me siento feliz de promocionar y, siempre que se promueva el binomio ganar-ganar, lo seguiré practicando (en argot del gremio del taxi, hoy enciendo el letrero de “libre”). Pero no quiero expresarme mal. Por muy importante que sea mi método, que lo es (sí, ya sé: "no tengo abuela"), éste se encontrará huérfano si no existe un claustro de profesores y profesoras comprometido con el proyecto común de formar al alumno o alumna en las competencias que ha contratado en su matrícula. Por lo anterior, me reitero en lo reflexionado en “La esencia de la Escuela permanece” (M. Velasco, 2021)[2], cuando te insinuaba que en el mañana "seguiría" o "no estaría" en esa institución educativa que me ha acogido durante estos meses, pero "eso era lo de menos", porque lo importante era la “Esencia de la Escuela”, que permanecía. Desde aquí mi sincera felicitación a todos los APTOS de la Promoción I, II y III. Os lo merecéis. Confiad en vosotros y en los conocimientos prácticos adquiridos. Te dejo documento de despedida que edité, publicado en mi canal de Youtube. Imagen: captura de pantalla de una de las innumerables videotutorías individuales TFM que he realizado con alumnado; archivo propio.
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[1] Velasco-Carretero, Manuel (2021). Relación académica especial, única, excelente. Sitio visitado el 16/10/2021.
[2] Velasco-Carretero, Manuel (2021). La esencia de la Escuela permanece.. Sitio visitado el 16/10/2021.