jueves, 18 de octubre de 2018

Yo tampoco me callé y ahora me alegro de ello

Fuente de la imagen: mvc archivo propio
Si eres follower de este sitio[1], conoces mis problemas en la infancia con el tema de la tartamudez. En “Más psicología que fisiología[2], te trasladaba que no recuerdo el inicio de la ofuscación y el azoramiento parlamentario, pero se acentuó cuando, ya entrado en añitos, me enviaron a la escuela rural y de ahí me metieron en un autobús y a Ronda diariamente a un colegio, donde estuve un corto periodo hasta que me pasaron al instituto.

Mis logopedas y psicólogos fueron, fundamentalmente, los amigos en la pubertad, que me animaban y defendían. La mente buscó recovecos verbales por doquier para que hoy la alocución sea menos ininteligible. Te cuento lo anterior porque en la tarde del miércoles leía el artículo de Rafael J. Álvarez en El Mundo, "Pensé en suicidarme por mi tartamudez, pero no tuve valor. Ahora me alegro; ya no me callo"[3], que referencia la historia de Miriam Solé y de otras experiencias[4]

Mientras escuchaba el relato, me “hinché de llorar”, porque me recordó esos fríos tiempos de la niñez en la profunda Serranía de Ronda, sintiéndome identificado con la protagonista del vídeo, de su historia, con la diferencia que yo tenía un reducido manojo de amigos[5], que, obviamente, no me llamaban tartaja, no me pintaban “tonto” en la mochila, no se reían de mis entrecortadas frases… y siempre estaban ahí, defendiéndome de “los otros”. 

También, disfruté del apoyo de “algunos” profesores, que tuvieron suma paciencia con mi perfil e intentaron ayudarme de la mejor forma o con las técnicas que ellos creían efectivas[6]. Por supuesto que hago extensivo ese sentimiento a mi familia. Desde este sitio, quiero trasladarle a Miriam mi apoyo y empatía. Miriam, te confieso que yo tampoco me callé ni me escondí y ahora me alegro de ello[7]. Fuente de la imagen: archivo familiar.
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[1] por textos como “Orgulloso y agradecido”, “Sobre oratoria y negociación”, “El monstruo que nos guía” o “Lo que necesito saber” Sitios visitados el 18/10/2018.
[2] Velasco Carretero, Manuel. Más psicología que fisiología. 2013. Sitio visitado el18/10/2018.
[3]Álvarez,  Rafael J. Pensé en suicidarme por mi tartamudez, pero no tuve valor. Ahora me alegro; ya no me callo. El Mundo. 2018. Sitio visitado el 18/10/2018.
[4] Sugiero que se visualice el vídeo que acompaña al texto de Álvarez y, por supuesto, leer el artículo.
[5] Los amigos no son ni buenos ni malos, son “amigos”.
[6] Eran otros tiempos, lo sé.
[7] Con el tiempo cogí "tanta carrerilla" verbal que, en ocasiones, me paso "tres pueblos" hablando mucho y escuchando poco.