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En relación al debate de A3Media, que te referencié en el post ¿Quién ganó el debate?[1] comentaban ayer Juan y Antonio sobre la práctica, desgraciadamente cotidiana, de algunos políticos de prometer el oro y el moro en tiempo de elecciones y luego “Si te he visto no me acuerdo” o “donde dije digo, ahora digo Diego”. Pero no pasa nada, estamos en España. Debería existir una ley que a los políticos que mientan o no lograran cumplir sus objetivos programáticos sin causa justificada, se les penalizara y, obviamente, tuvieran que dimitir ipso facto, por haber engañado descaradamente al personal. Algo tan aplastantemente lógico y, sin embargo, en estas décadas de democracia en mi país, no se ha legislado sobre la cuestión ¿Por qué?
Sí, ya sé que en el “Código Ético para Políticos” referenciado en el texto linkeado en el párrafo anterior, se apunta el deber ético o moral de defensa del programa electoral en virtud del principio de confianza ofrecido por los ciudadanos, así como el deber de responder por la actividad política, atendiendo a la observación de un principio de integridad en sus actuaciones. También, se establece una expresa sujeción al principio de responsabilidad política, debiendo tener en cuenta los políticos la necesidad de responder a las preguntas o consultas sobre su actividad e integridad. Me entra la risa tonta. Ni tan siquiera el españolito de a pie dispone del derecho al pataleo (Fuente de la imagen: pixabay y elaboración propia).
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[1] Velasco Carretero, Manuel. ¿Quién ganó el debate? 2015. Sitio visitado el 09/12/2015.