Las comparaciones puede que a veces sean necesarias, pero siempre son odiosas. Si me comparo con otros profesionales de mi ámbito sectorial o territorial, puede que me motive ser como ellos, pero también puede generar dañina envidia en mi cerebro. No existe la envidia sana. No tiene razón Antonio Machín cuando canta "La envidia es tan solo amor". La envidia puede ser la causante de otros problemas más serios para mi futuro profesional y para el prestigio de mi empresa o institución. Refutarla o encubrirla deteriorará aún más mis expectativas.
Si enfrento esos hábitos dañinos y los cambio por otros más sanos y proactivos, me desplegaré a los demás, seré más propenso al cambio y, por derivación, más feliz tanto en mi vida profesional como, sobre todo, personal. Te dejo el vídeo "Envidia", de Antonio Machin, subido a Youtube por Juliorolos Juls Crisistunity, canción del compositor Gregorio García Segura Cartagena (Murcia), que la compuso en el año 1957. Imagen incorproada con posterioridad; fuente: Shaun_F en pixabay.
