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Por lo que aquellas organizaciones que pretendan seguir trasladando sus pesadas y sobredimensionadas estructuras a sus empresas participadas o, incluso, a sus cautivos clientes, prometiendo beneficios futuros que nunca llegan, a fuerza de utilizar su denostado perfil lobby con el censurable fin de influir en las decisiones de instituciones públicas y privadas, para garantizar utópicos márgenes brutos, van cuesta abajo y sin frenos. Lo que no se sostiene económica, financiera, logística, laboral y comercialmente, es indefendible, arbitrario y quimérico, por mucho lobbying o cabildeo de tres al cuarto de sus totalitarios, impositores y ñoños directivos.
Se necesita emprendimiento construido a base de ética, proactividad y buena gente, con técnicas de administración sencillas y, sobre todo, expeditivas, así como ceñidos costes de administración, lo que se entiende por gastos generales, incluyendo los servicios externos de todo tipo relacionados con alquileres de oficinas, gestión y coordinación. En síntesis. ofreciendo verdadero y legal valor para el cliente (dibujo de imagenes-gratis.com). Imagen incorporada con posterioridad; fuente: mhouge en pixabay.