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Fuente de la imagen: Berzin en pixabay
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Ya se perciben algunos efectos colaterales positivos de la crisis que vivimos. De la información recibida
ayer, vía un contacto, parece que en mi ámbito territorial de actuación, a algunos mal llamados directivos, CEOs, ejecutivos o técnicos cualificados, se les está acabando el tiempo de hacer el “paripé”, aparentando que trabajan y que son unos fuera de serie. Antes, camuflaban sus ineptitudes con cuestionables artes de gestión-dirección y presuntas acciones institucionales mafiosas. Como había suficiente beneficio para tapar sus agujeros o suficientes colaboradores para colgarle el muerto a otro, salían indemnes de sus continuas ineptitudes, manipulaciones, fraudes y escándalos. Se les terminó la época en la que se consagraban intocables.
La cruda crisis, va reordenando el panorama. Decía el contacto que no entendía cómo le seguían ofreciendo proyectos de colaboración. - “Manuel, si lo estoy haciendo fatal. A duras penas he sacado el resultado del año pasado y día sí y otro también hay que cambiar de rumbo, reconsiderar, renegociar, ser creativos…” – “No lo haces mal” – Le respondí. - "Todo lo contrario. La gente no es tonta y lo percibe, por eso les gustaría que participaras en los proyectos que te proponen, porque tu saber hacer te precede, pero que no se te suba a la cabeza y empieces a cultivar el paripé” - Rematé (imagen de espaciolatino.com). Imagen incorporada con posterioridad; fuente: Berzin en pixabay.