sábado, 23 de agosto de 2003

Interim manager

Fuente de la imagen: mvc archivo propio
Me dice la contacto Milagros: Manuel ¿sabes que he leído en la prensa un nuevo perfil profesional similar a tu actividad laboral? Dime. La interim management, responde. Verifico la información acerca de un perfil profesional con el que, efectivamente, he procurado ganarme la vida, con mejor o distinto acierto, dependiendo del proyecto, desde principios de 1998. Comprenderá la firmante del artículo, que no coincida con la afirmación de que es un nuevo modelo de gestión, no porque lo lleve practicando desde hace un tiempo, sino porque ya conocí esta figura en las clases teóricas de la facultad[1].

Un interim manager, también llamado outsourcing de dirección, director de transición o gerente del cambio (entre otros nombres), es un profesional que proporciona la ayuda directiva temporal, generalmente en el nivel ejecutivo o gerencial, a una empresa o grupo empresarial, para conseguir sus objetivos de negocio que, habitualmente, se encuentran relacionados con la administración de una situación de crisis, la implantación de una nueva estrategia global, la docencia y tutoría a un equipo directivo joven e inexperto, o la gestión del cambio.

Este director de transición debe poseer una combinación de destrezas, incluyendo la capacidad de funcionar en base a objetivos muy sensibles. Por otro lado, debe ser apolítico y disfrutar de excelentes habilidades comunicativas. La relación con la empresa cliente puede instrumentarse bien como trabajador por cuenta ajena, autónomo o socio de una sociedad profesional. Los objetivos generalmente son definidos de mutuo acuerdo con la empresa y el marco temporal de ejecución de un servicio de este tipo se desliza desde los 4 a los 18 meses, pudiendo, en raras ocasiones, superar la barrera de los dos años.

Se sufre y se aprende mucho y hay que tener un alto nivel emocional, porque no siempre se desenvuelven los acontecimientos tal y como se prevén en la versión 0.0 del imprescindible plan estratégico. En lo que a las secuelas os comento que, en mi caso, cuando termino la relación con la empresa sufro bastante y lo paso muy mal al ser muy intensa la interacción humana, el fluir de sentimientos y la identificación con el negocio. Algo se desgarra en mi interior y percibo que un granito de mi ser se queda en esa organización.

Disfruto de muy buenas relaciones personales con la mayoría de los socios, consejos de administración y resto de colaboradores de las instituciones en las que he realizado un servicio profesional de esas características. Desde aquí un cálido abrazo a todas y a todos. Yo también he aprendido y aprehendido de y con vosotros. Gracias. Post rectificado con posterioridad a su publicación (imagen incorporada en 2012; fuente de la imagen: sxc.hu). Imagen incorporada posteriormente; fuente: mvc archivo propio.
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[1] Y, sobre todo, porque su utilización se detecta, como mínimo, a finales de la década de los sesenta en Europa y, especialmente, EEUU.

lunes, 18 de agosto de 2003

Vivir es arriesgarse

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"Vivir es arriesgarse a cometer errores"[1]. Buenos días. Dice Milan Kundera: "El hombre queda separado del pasado por dos fuerzas que se ponen inmediatamente en funcionamiento y que cooperan: la fuerza del olvido (que borra) y la fuerza de la memoria (que transforma)". No sólo no debo disimular mi existencia profesional, sino que, además de la expiación de los fracasos y errores que tímidamente se dejan ver en los textos, pienso en el granito de valor que ese conocimiento pueda aportar a otra persona en su tránsito por la vida empresarial. 

Aunque esta actitud comunicadora genere el riesgo de dejar de ser uno mismo, desintegrase en millones de partículas existenciales, creo que merece la pena aventurarse. Con mi básica (por no decir torpe) redacción, quiero ajustarme a la verdad de lo que he vivido, Cierto, es “mi verdad”; por eso procuro documentar las historias verídicas con otros datos públicos que puedan ser contrastados, con discreción y respeto, de forma que esos recuerdos ¿ensalzados o ennoblecidos por mi subconsciente? posibiliten al lector acercarse a “la Verdad”. 

Marcel Proust nos apunta la dificultad en el cálculo de la escala con la que los demás aprecian nuestras palabras o nuestros movimientos, pero esa parte de análisis y contrastación le corresponde al visitante del blog. Por el bien del lector y por mi bien, procuraré no agobiar con tantos post, ser prudente y no preconizarme. (Imagen y formato actualizado con posterioridad. Fuente de la imagen: sxc.hu). Imagen incorporada posteriormente; fuente: mvc archivo propio.
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miércoles, 13 de agosto de 2003

Love Me Tender

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Demasiado sofoco estival. Presiento que la Naturaleza, empujada por el Ser Humano, ha acelerado brutalmente sus ciclos climáticos destructivos, para después resurgir de sus cenizas, como el Ave Fénix. Por suerte tengo unos kilos menos que el año pasado por estas fechas, si no estaría sudando todavía más. 

Este terral calorífico me trae recuerdos de un verano, a finales de la década de los setenta, tendido en el suelo de mi habitación, observando al entramado de cintas de casete con el que había decorado el techo, mientras, en un viejo tocadiscos de mi hermana mayor, de esos que aparecen en la serie Cuéntame, susurraba Elvis Presley

Sus canciones me transportaban a estadios emocionales eternos, calmaban el pegajoso calor y atenuaban sufrimientos y miedos propios de la adolescencia. Gracias Elvis; hoy te sentiré de nuevo, me refrescaré con tus canciones y soñaré una vez más con un mundo mejor, donde tú sigas siendo el Rey del Rock and Roll[1]
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[1] Imagen, formato y link actualizados con posterioridad. Fuente de la imagen: sxc.hu. Imagen incorporada posteriormente; fuente: mvc archivo propio.