jueves, 18 de diciembre de 2025

El sabor del agradecimiento

Fuente de la imagen: mvc archivo propio
Al llegar estas fechas pascuales, resulta inevitable sumergirse en la nostalgia, el recuerdo de bellas personas conocidas en el camino de la Vida y el agradecimiento que despierta la tradición de los aguinaldos y otros detalles navideños, una costumbre que he compartido en este sitio, para ti, durante más de dos décadas. Desde aquellas primeras reflexiones sobre el valor emocional del aguinaldo (M. Velasco, 2003)[1], pasando por la ilusión de recibir la primera tarjeta de Navidad (M. Velasco, 2006)[2] o el ritual de desempacar la clásica cesta (M. Velasco, 2006)[3] y disfrutar de las cenas de empresa (M. Velasco, 2006)[4], cada gesto ha quedado registrado como un testimonio de afecto y reconocimiento profesional y personal. Recibir estos presentes más que un acto material es una experiencia gratificante que refuerza los vínculos humanos en un mundo a veces demasiado volátil. Como recordaba en otros momentos, ya sea a través de la magia de los Reyes Magos (M. Velasco, 2007)[5] o la cuidada selección de un menú de gala (M. Velasco, 2017)[6] donde "todo está rico, rico" (M. Velasco, 2018)[7], uno de los fundamentos de estas fiestas reside en ese "recordar" y "sentirse recordado". Es una satisfacción que trasciende el objeto y se convierte en una caricia al alma, evocándome que el esfuerzo compartido y las relaciones cultivadas desde que tengo razón de ser tienen un eco cálido cuando el frío del invierno aprieta y las luces de Navidad comienzan a brillar en el hogar.

Asimismo, en los últimos años, la trayectoria y vinculación con el apasionante sector vitivinícola de mi país, a través de la realización de la tesis doctoral (M. Velasco, 2025)[8] y la actividad de difusión en vinopost[9], ha transformado la bodega personal en un mapa líquido de la geografía española. Es un honor recibir aguinaldos que llegan en forma de botellas con Denominación de Origen, procedentes de diversos rincones de la piel de toro, cada una con su propia personalidad y terruño. Te dejo imagen con algunas de las piezas recibidas en estos días, que representan la excelencia de la tierra y la generosidad de quienes conocen mi pasión por la enología. Degustar estos vinos es un placer sensorial, un ejercicio de respeto hacia el viticultor y la bodega y un brindis por tu visita virtual estructural o coyuntural. Estos detalles son el combustible que mantiene viva la llama de la curiosidad y el deseo de seguir compartiendo diariamente "pequeñas historias, pensamientos, reflexiones técnicas y todo lo que creo interesante para aportar un grano de valor a esta vida y generar perspectivas de futuro proactivo para los nuevos inquilinos de esta morada que es la Tierra" (M. Velasco, 2003)[10]. Por todo ello, por tu presencia digital y por la calidez de estos gestos que dan sentido a la tradición, no puedo sino terminar estas líneas con una profunda y sincera gratitud a todas las personas y entidades que hacen posible que cada Navidad sea para mí, si cabe, más especial que la anterior. Fuente de la imagen: mvc.
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[1] Velasco-Carretero, Manuel (2003). ¿Qué mejor aguinaldo? Sitio visitado el 18/12/2025.
[2] Velasco-Carretero, Manuel (2006). La primera tarjeta de navidad. Sitio visitado el 18/12/2025.
[3] Velasco-Carretero, Manuel (2006). Cesta de navidad. Sitio visitado el 18/12/2025.
[4] Velasco-Carretero, Manuel (2006). La comida de empresa. Sitio visitado el 18/12/2025.
[5] Velasco-Carretero, Manuel (2007). Los Reyes Magos de Oriente. Sitio visitado el 18/12/2025.
[6] Velasco-Carretero, Manuel (2017). Momentos fraternales. Sitio visitado el 18/12/2025.
[7] Velasco-Carretero, Manuel (2018). Todo rico, rico. Sitio visitado el 18/12/2025.
[8] Velasco-Carretero, Manuel (2025). Enoturismo Digital: La Ruta hacia la Autenticidad. Sitio visitado el 18/12/2025.
[9] Colaboración iniciada en 2004.
[10] Velasco-Carretero, Manuel (2003). Acerca de. Sitio visitado el 18/12/2025.