domingo, 13 de abril de 2025

Descorchando datos masivos enoturísticos

Fuente de la imagen: mvc archivo propio
En uno de los talleres sobre enoturismo, tecnología, marketing, economía y derecho que estamos impartiendo por todo mi país (M. Velasco, 2025)[1], una de las participantes de la comunidad autónoma de Galicia, preguntó si el proyecto estaba relacionado con el enoturismo inteligente. La oportuna cuestión me permitió explicar el término, sobre el que ya estudié en plena pandemia (M. Velasco, 2020)[2] y establecer las diferencias, al ir bastante más allá la investigación doctoral que llevo a cabo. Pero ¿Qué es la inteligencia enoturística (IE)? Al abrigo de la inteligencia artificial, IA (M. Velasco, 2010)[3], emerge hace unos años a modo de supuesto paradigma transformador en el sector del turismo del vino, impulsado por la aplicación de la IA, el análisis avanzado de datos, big data (M. Velasco, 2013)[4], y data minig (M. Velasco, 2010)[5], buscando convertir la vasta cantidad de información generada por la actividad enoturística en conocimiento estratégico y operativo para todos los actores involucrados: desde las propias bodegas y los destinos enoturísticos hasta las agencias de viajes y las personas visitantes. Su objetivo se encuentra en la comprensión de las motivaciones, preferencias y comportamientos de quienes disfrutan del enoturismo, posibilitando la creación de ofertas y experiencias altamente personalizadas y relevantes.

Lejos de limitarse a la mera recopilación de datos, la IE se adentra en el análisis exhaustivo de las reservas de visitas, los comentarios en línea, las interacciones en redes sociales o las respuestas a encuestas, entre otras fuentes. Este procesamiento permite identificar tendencias emergentes, desvelar patrones de comportamiento y anticipar las preferencias de los diversos segmentos de enoturistas. Con este conocimiento en mano, obviamente se abren nuevas vías para la implementación de estrategias de marketing más efectivas y dirigidas, capaces de conectar de manera significativa con audiencias específicas, ofreciendo propuestas que realmente resuenen con sus intereses particulares. En ese sentido, no cabe duda de que la personalización se erige como un cimiento básico de la IE, ya que, a través de sistemas de recomendación inteligentes, se pueden sugerir bodegas con encanto especial, rutas que exploren paisajes únicos, actividades que enriquezcan la experiencia, maridajes que deleiten el paladar y eventos que celebren la cultura del vino, todo ello adaptado al perfil individual de cada visitante. Esta adaptación mejora la satisfacción de quienes participan en las actividades enoturísticas, fomentando una conexión más profunda y duradera con el destino y sus productos.

Si la IE se utiliza sanamente (M. Velasco, 2020)[6], sin agendas ocultas (M. Velasco, 2008)[7], ni sospechosos algoritmos (M. Velasco, 2022)[8] u otras malas artes comerciales (M. Velasco, 2015)[9], propiciará enriquecimiento de la experiencia en la visita turística. Catas virtuales guiadas por asistentes inteligentes, tours de realidad aumentada que revelan secretos de bodegas y viñedos, y la gamificación de la exploración enoturística son solo algunos ejemplos de cómo la tecnología puede transformar una visita tradicional en una aventura interactiva y memorable. La IE también puede jugar un papel en la optimización de la gestión de recursos, debido a que la capacidad de predecir la demanda permite una planificación más eficiente del personal y del inventario de vinos, evitando la sobreproducción o la escasez, por lo que esta mejora de la eficiencia operativa en bodegas y establecimientos enoturísticos se traduce en una gestión más sostenible y rentable. En cuanto a la reputación en línea, un activo invaluable en la era digital, vie IE es objeto de un seguimiento y análisis constante por parte de la inteligencia enoturística. Monitorizar las opiniones y comentarios vertidos en diversas plataformas permite identificar áreas de mejora y capitalizar las fortalezas, construyendo una imagen positiva y fomentando la confianza entre potenciales visitantes.

Finalmente, la innovación en productos y experiencias encuentra en la IE un aliado estratégico, dado que el análisis de tendencias y la identificación de nichos de mercado abren la puerta al diseño de propuestas enoturísticas más atractivas y diferenciadas, como rutas temáticas centradas en vinos ecológicos, la historia vitivinícola de una comarca o experiencias multisensoriales que apelan a todos los sentidos. A ello se une la creación de sistemas de información que integren datos de múltiples fuentes, ofreciendo una visión holística y actualizada de la actividad enoturística de un ámbito territorial específico. Estas plataformas facilitan la toma de decisiones informadas a nivel de gestión del destino, promoviendo un desarrollo estratégico y sostenible del sector. Por todo lo anterior, la IE puede ser considerada una herramienta más para el presente del sector, impulsando la competitividad, la sostenibilidad y orientación hacia las necesidades y expectativas de quienes viven y disfrutan la cultura del vino, ya que al transformar los datos en conocimiento accionable, allana el camino hacia un enoturismo más inteligente y personalizado para todas las personas involucradas, pero recuerda que no es la “panacea” y si no se promueve y utiliza con cabeza, es decir, con ética y moralidad (M. Velasco, 2024)[10], hará más daño que beneficio al colectivo.
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[1] Velasco-Carretero, Manuel (2025). Terroir Digital: Innovando el Enoturismo Juntos. Sitio visitado el 13/04/2025.
[2] Velasco-Carretero, Manuel (2020). ¿Qué es la inteligencia enoturística? Sitio vinopost. Visitado el 13/04/2020.
[3] Velasco-Carretero, Manuel (2010). ¿Qué es la inteligencia artificial? Sitio Esclavos del Social Media. Visitado el 13/04/2025.
[4] Velasco-Carretero, Manuel (2013). ¿Qué es el Big Data? Sitio Esclavos del Social Media. Visitado el 13/04/2025.
[5] Velasco-Carretero, Manuel (2010).¿Qué es Data Mining? Sitio Esclavos del Social Media. Visitado el 13/04/2025.
[6] Velasco-Carretero, Manuel (2020). Buenas y malas prácticas en el uso de la IA Visitado el 13/04/2025.
[7] Velasco-Carretero, Manuel (2008). Cartas boca arriba. Sitio visitado el 13/04/2025.
[8] Velasco-carretero, Manuel (2022), Hacia una empresa algorítmicamente responsable. Sitio visitado el 13/04/2025.
[9] Velasco-Carreero, Manuel (2015). ¿Juiciosa o manipuladora? Sitio visitado el 13/04/2025.
[10] Velasco-Carretero, Manuel (2024). Inteligencia Artificial: ¿Ética o algoritmo? Sitio visitado el 13/04/2025.