viernes, 29 de noviembre de 2024

Inteligencia Artificial: ¿Ética o algoritmo?

Instante de la ponencia de Rafael. Fuente de la imagen: mvc archivo propio
Invitado por Antonio (Gracias), el desayuno del jueves lo disfruté en el marco del foro “Inteligencia Artificial (IA) y ética: claves de un debate imprescindible para el futuro”, organizado por Diario Sur con el patrocinio de Aenor, donde, entre otros magníficos ponentes, tuve la oportunidad de escuchar a Rafael disertar sobre la temática del evento. Coincido con el CEO de la otrora Asociación Española de Normalización y Certificación, en que la IA irrumpe en los ecosistemas empresariales e institucionales con una fuerza indiscutible, que no debe “preocuparnos”, pero sí “ocuparnos”, ya que está transfigurando el trabajo, la comunicación y el entendimiento del propio mundo, planteando, también, entresijos éticos que deben ser abordados sin demora.

De su ponencia, deduzco que entiende por "ética en la IA" los principios y valores que deben gobernar la creación, desarrollo y utilización de la IA, de forma que se garantice un manejo responsable y no dañino para la sociedad. Enumeró una serie de "provocaciones antiéticas"[1], desde errores de los algoritmos hasta mala intención, pasando por la privacidad de los datos o la pérdida de empleos. Para luchar contra esos desafíos no cabe otra que dosis a raudales de responsabilidad, educación, respeto, transparencia, justicia e imparcialidad. Resumiendo el mensaje de Rafael, no hay lugar a duda acerca de los beneficios de la IA en pro de una sociedad distinta y mejor, pero es trascendental una conceptualización y un uso impregnado de ética por doquier.
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[1] Acciones o palabras deliberadas que buscan incitar una reacción negativa, ofensiva o perjudicial en otra persona o grupo, y que van en contra de principios morales o éticos.