A vueltas con la desglobalización

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Desde hace unos meses, andan las redes sociales que frecuento y prensa económica que "hojeo", con la palabra desglobalización “en la boca”, descubriendo lo que ya he comentado en ocasiones: que algún que otro periodista o usuario de social media, “escuchan campanas y no saben de dónde”[1]. En apariencia término sencillo de definir, tendiendo a decir "lo contrario de la globalización," no es tan fácil de conceptualizar. Si eres follower de este sitio, sabes que en más de una ocasión he escrito sobre él. Textos como “Fuerte y curioso aliado”[2] o “Tufo huelo”[3] son prueba de ello. Ya en 2009 apuntaba A. Trillas en El País, "Peligro de desglobalización"[4], que “el divorcio entre el discurso correcto y la realidad populista levanta nuevas fronteras donde ya había libertad”.

En el sitio Economía Sostenible, bajo el explícito título ¿Qué es la desglobalización?[5], me apoyaba en B. Walden[6], para definir el término como el proceso de disminución de la interdependencia y la integración entre economías en todo el mundo, típicamente estados-nación. Según la doctrina consultada, es un concepto generosamente utilizado para describir los períodos de la historia cuando el comercio económico y la inversión entre países disminuyen. Ciertamente, como la propia conformación de la palabra indica, se opone a la globalización, en la que las unidades se integran cada vez más con el tiempo y, por lo general, abarca el espacio temporal entre períodos de globalización. Si bien la globalización y la desglobalización son antítesis, no son imágenes especulares.

B. Hoekman[7] apunta que a nivel global solo se han registrado dos períodos más largos de desglobalización: en la década de 1930 durante la Gran Depresión y la década de 2010, cuando, después del gran colapso del comercio, se inició el período de desaceleración de la actividad comercial mundial. Siguiendo a P. Bergeijk, S. Brakman y C. Marrewijk[8], la situación desglobalizadora surge consecuencia de cambios profundos en las naciones desarrolladas, donde el comercio como proporción de la actividad económica total hasta la década de 1970 estuvo por debajo de los niveles máximos anteriores a principios de la década de 1910, lo que refleja que esas economías afectadas se vuelven menos integradas con el resto de las economías del mundo[9].

Para los autores referenciados, la desglobalización económica se puede medir de diferentes formas, centrándose en cuatro principales flujos económicos: bienes y servicios[10]; flujos migratorios de mano de obra[11], capital[12] y tecnología[13]. P. Bergeijk[14] entiende que los riesgos de la reducción del nivel de integración internacional de las economías ejercen efectos secundarios relacionados con cuatro mecanismos de retroalimentación: reducción de la tasa de crecimiento del comercio internacional que sustentará negativamente el crecimiento a largo plazo; pérdida de interacción de las economías; estimulación del proteccionismo y riesgo de conflicto internacional. Fuente de la imagen: mvc archivo propio.

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[1] Velasco Carretero, Manuel. Escuchamos campanas y no sabemos de dónde. 2022. Sitios visitados el 14/02/2023.

[2] Velasco Carretero Manuel. Fuerte y curioso aliado, 2009. Sitio visitado el 14/02/2023.

[3] Velasco Carretero Manuel. Tufo huelo 2009. Sitio visitado el 14/02/2023.

[4] Trillas, Ariadna. Peligro de desglobalización. El País. 2009. Sitio visitado el 14/02/2023.

[5] Velasco Carretero, Manuel. ¿Qué es la desglobalización? Sitio Economía Sostenible. 2017. Sitio visitado el 14/02/2023.

[6] Walden Bello, Deglobalization: Ideas for a New World Economy. Ed. Zed books. 2005.

[7] Hoekman, Bernhard. The Global Trade Slowdown: A New Normal? European University Institute. 2015

[8] Bergeijk, Peter; Brakman, Steven; Marrewijk, Charles. Heterogeneous economic resilience and the great recession's world trade collapse. Papers in Regional Science. 2017.

[9] A pesar del alcance cada vez más profundo de la globalización económica.

[10] Por ejemplo, exportaciones más importaciones como proporción del ingreso nacional o por habitante.

[11] Tasas netas de migración o flujos migratorios de entrada o salida, ponderados por población

[12] Inversión directa entrante o saliente como proporción del ingreso nacional o per cápita de la población

[13] Importación o exportación de bienes de equipo, según corresponda.

[14] Bergeijk, Peter. On the brink of Deglobalization. Ed. Edward Elgar, 2010.