Tramo en el que espero estar cuando me toque

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Si eres follower de este sitio sabes que en más de una ocasión he tratado la temática del desempleo y de la búsqueda de trabajo a partir de los cuarenta, cincuenta, sesenta… años. En el explícito “Transición laboral a partir de los 40 años”[1], reflexionaba sobre que “otro mundo es posible”, a partir del ejemplo de Fernando Alonso[2], que tiene más de cuarenta años, en una profesión para la que a esa edad eres poco más que un “vejete”. También, en el sitio Educación, Formación y Empleo, con textos como ¿Más de 40 años y en el paro?[3], intentaba responder a la cuestión. Realizo esta introducción porque en el viernes he leído y escuchado en varios medios de comunicación españoles sobre esta temática, para el caso específico de los mayores de sesenta años, tramo laboral en el que espero estar cuando me toque y “no chafarme” ni por opción ni por obligación.

Mientras escuchaba las noticias sobre el desempleo en ese tramo de edad, me acordé de lo que hace unos años escribía M. Huerta en La Sexta, esa persona de 60 años en el paro que consiguió más de cien ofertas de empleo tras subir un vídeo en Linkedin haciendo flexiones[4]. Pero no debemos ser ligeros o banales. Coincido con el titular del diario La Información en que mi país ofrece menos oportunidades laborales para los mayores de cincuenta años[5], en comparación con el resto de la Unión Europea, reflexión avalada por un estudio del Centro de Investigación Ageingnomics, de la Fundación Mapfre, certificando que España se encuentra entre los países que evolucionan más lentamente para emplear a personas de hasta 70 años. Esta institución tiene un interesante dossier con el ranking de territorios por la economía sénior[6], que puedes descargar desde su página web.