martes, 14 de julio de 2020

Agradecer debería estar siempre de moda

El "dicho popular" recoge que las personas criadas en torno a buenas practicas éticas y morales,  practican con habitualidad el reconocimiento y el agradecimiento a quienes les prestaron ayuda. Hace unos años, en “La importancia del agradecimiento”, reflexionaba acerca de que “agradecer no suele estar de moda”. Desde hace un tiempo, intento practicar ese planteamiento, hasta que se convierta en hábito. Me dicen que no tengo que agradecer el servicio del proveedor, sea este de una maquinaria o un servicio de hostelería, pero lo mismo que cuando soy un damnificado de tal desajuste o error y, por derivación, lo expreso en los foros adecuados, cuando soy receptor de un buen producto o servicio profesional, justo es expresar el sentimiento de satisfacción. También, he sido destinatario de comentarios positivos por el trabajo realizado, como el referenciado en el texto arriba linkeado o, recientemente, las motivadoras frases de los participantes en los cursos “Habilidades Comerciales" y “Mejora en la Gestión de Stock y Beneficio para el Comercio” (textos “Habilidades Comerciales en tiempos de COVID-19” y “Gestión de Stock en tiempos de COVID-19; desde aquí un abrazo virtual a todo el alumnado). 

Te cuento lo anterior porque en la tarde del lunes recibí el diploma del “Monográfico en Marketing Digital y Redes Sociales”, del Centro de Estudios Financieros, CEF, que he estado realizando en estos meses de confinamiento, bajo la excelente batuta de Santiago Hernández Hernández, un magnífico tutor que durante estos meses ha tratado pedagógica y didácticamente al numeroso alumnado, haciéndoles sentir (al menos en mi caso) receptor de un trato especial y unos sublimes contenidos. Con Santiago he disfrutado como alumno y he aprendido de él para mi actividad como docente, lamentando no haber podido dedicar más tiempo del asignado para el estudio. Aunque ya le remití un email con mi gratitud, sirva el texto que esta mañana edito, para refrendar el reconocimiento, que, como no podía ser de otra forma, hago extensivo a Arturo y Arancha así como a las instituciones que representan (CEF y UDIMA), por haberme dado la oportunidad de tener esa reconfortante experiencia formativa en unos momentos tan sensibles para el país. Fuente de la imagen: diploma por el curso.