jueves, 9 de abril de 2020

¿Por qué sigo cometiendo errores de expresión?

Fuente de la imagen: captura de pantalla de un instante de la webinar "Expresarse sin errores"
En “Dichosa redacción” te recordaba que empecé tarde a leer y a escribir, confesándote también que cada mañana te utilizo para someter el texto editado a tu observación y crítica (y si no lo sabes, entonces eres mi “conejillo de indias”). Ciertamente, la expresión escrita es importante. Me atrevo a pronosticar que en este párrafo seguro que estoy incumpliendo alguna que otra regla, inobservancia que detectaré más adelante con tu ayuda, procediendo a rectificar si las normas de estilo de la blogosfera lo permiten. En el mismo texto referenciado transcribí una experiencia que sufrí en mis propias carnes.

En cuanto a la expresión oral, me sucede casi lo mismo. En “Hablar en público” te contaba mis vicisitudes en la niñez y la adolescencia. Tanto para hablar como para redactar bien, hay que leer, escuchar, practicar y prestar atención a las reglas, sean de redacción o de expresión. Esas "perennes asignaturas pendientes" son las que obligan a formarme y reciclarme, siempre que tengo oportunidad, como en la mañana del miércoles, asistiendo a la webinar “Expresarse sin errores”, organizada por la Universidad Udima e impartida por la Doctora en Lengua Española -Investigación y Enseñanza-, Carolina Arrieta Castillo

Partiendo de la idea de que una buena expresión escrita refleja una mayor claridad de pensamiento, Carolina revisó las claves lingüísticas y discursivas necesarias para conseguir una expresión escrita correcta y adecuada a la situación de comunicación. Asimismo, repasó los principales errores que se cometen en trabajos académicos, redes sociales o medios de comunicación; reflexionando sobre los efectos que esos fallos tienen en la comunicación y facilitando una serie de trucos para evitarlos. En resumen, una mañana bien aprovechada en lo que a formación en expresión escrita. A continuación inserto el vídeo de la ponencia, alojado en Youtube cortesía de UDIMA.