lunes, 2 de septiembre de 2019

Vender es un incordio

Fuente de la imagen: mvc archivo propio
A principios de esta década, en “Venderte a ti mismo” (M. Velasco, 2011)[1], expresaba que en determinados estamentos y zonas todavía se asocia a la persona que vende, ya sea en la comercialización de una telefonía móvil o de una alta tecnología, con un ser asqueroso, indeseable, indecente, de dudosa ética. No sé por qué esa antipatía hacia lo comercial en todas sus facetas. ¿No es aristocrático vender? ¿Es barriobajero dedicarse a la venta? Algo tiene que haber pasado en el pasado para ese sambenito, pero el caso es que sin la venta, antaño el trueque, no seríamos lo que somos hoy. Pero también está la versión u óptica de la otra parte, los que están al frente del cañón, vendiendo, que podrían pensar que “vender es una mierda” o como en estamos en horario de todos los públicos: vender es un incordio. 

En el fin de semana pasado he estado re-hojeando el texto de Frank Rumbauskas, Selling Sucks: How to Stop Selling and Start Getting Prospects to Buy![2] Que traducido con mi inglés oriundo de los Montes de Málaga es algo así como “Vender apesta: ¡Cómo dejar de vender y comenzar a obtener perspectivas para comprar!”, donde el autor intenta revelarme los secretos para convertirme en un profesional de ventas. Para Rumbauskas, una estrategia en línea sólida por sí sola puede proporcionarme más negocios de los que puedo manejar y pocas cosas me darán más ventas y superaré a mi competencia más rápido de lo que se podría conseguir vía un experto en mercadotecnia. Parte de este texto también se ha editado en el sitio BOOK—POST, bajo el título “Vender apesta”.  Fuente de la imagen: mvc archivo propio.
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[1] Velasco-Carretero, Manuel (2011). Venderte a ti mismo. Sitio visitado el 02/09/2019.
[2] Frank J. Rumbauskas Jr.. Selling Sucks: How to Stop Selling and Start Getting Prospects to Buy! Editorial Wiley. 2007.