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Dado que el viernes tuvo extraescolar, toda la jornada del sábado la dedicó el querubín a los deberes (y del resto de las tardes ni te cuento). ¿Cuándo juega? Si no fuera por la escasez de recursos, pedagogía y metodología, me alegraría de haber entrado tarde al colegio y créeme que el exiguo periodo que estuve, no recuerdo tener que hacer tareas estudiantiles en casa (eso sí, me esperaban otras obligaciones: recoger el ganado, limpiar el gallinero…). Eran otros tiempos, lo sé, pero al menos, mientras le daba de comer a los cerdos, la mente hacía conjeturar historias de vasallos, tropas, castillos… ilusiones que atenuaban la labor.
¿Quiénes son los culpables de todo ese desaguisado educacional? Creo que al menos yo tengo mi parte de responsabilidad, puesto que con mi acción o inacción posibilito en mi país esa “política” que, vestida de congresista, senatorial o parlamentaria, legisla la preceptiva normativa. Y así andamos cuarenta años, sometiendo los derechos fundamentales de la educación y de la infancia a los vaivenes progresistas y conservadores de cada momento, sin pararse a pensar el tremendo daño de la aplicación de corrientes ideológicas parciales o arqueadas hacia rincones intransigentes, en detrimento de la calidad de la enseñanza y del futuro de nuestra descendencia.
El caso es que en mi país nos pasamos por el forro los derechos de los niños y niñas[1], recogidos en el Tratado Internacional del mismo nombre, que en su artículo 31 expresa “1. Los Estados Partes reconocen el derecho del niño al descanso y el esparcimiento, al juego y a las actividades recreativas propias de su edad y a participar libremente en la vida cultural y en las artes. 2. Los Estados Partes respetarán y promoverán el derecho del niño a participar plenamente en la vida cultural y artística y propiciarán oportunidades apropiadas, en condiciones de igualdad, de participar en la vida cultural, artística, recreativa y de esparcimiento".
Según la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado (Ceapa), los deberes atacan y exterminan tiempo de las familias, vulnerando derechos fundamentales. Para este mes de noviembre, la organización propone en España "los fines de semana sin deberes", de forma que las familias en general y los peques en específico, puedan recuperar tiempo de convivencia, priorizando las actividades familiares. Si quieres acceder al documento, clickea AQUÍ, cortesía de CEAPA (fuente de la imagen: pixabay).
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[1] Sitio visitado el 06/11/2016.