Fuente de la imagen: elaboración propia |
Salí de uno de los exámenes de grado preocupado, porque en
apenas cuarenta y cinco minutos lo había realizado, sobrándome una hora y
cuarto. Cuando recientemente recibí la calificación, respiré aliviado. Poco ha
faltado para igualar el promedio del querubín. El resto de
las puntuaciones, por ahora, van en la línea. Me he demostrado que el estudio periódico de las asignaturas
a base de asistencia y participación en la clase, lectura comprensiva de las ideas claves y
realización de las actividades complementarias, al final incrementa
sustancialmente el porcentaje de éxito. Por tanto, superado el tubo de ensayo que han supuesto los periodos concluidos, en cuanto a las técnicas de estudio aplicadas así como al tiempo
de dedicación, sin afectar al trabajo y a la vida familiar, me autorizo a
seguir el camino formativo que resta.
Me queda meridianamente claro que conforme cumplo años, razono más
pero retengo menos, por lo que si no me aplico un poquito cada día, diseñando objetivos
de acuerdo a mis necesidades como profesional y persona y siguiendo una
razonada programación de estudio, no llegaré a ningún buen puerto. También, deberé animarme continuamente y felicitarme por los hitos
periódicos transitados, vencer los miedos y pensar que siempre podré un poquito
más de lo que preví. Termino transcribiéndote la fórmula del éxito en el estudio,
atribuida a Bernabé Tierno: Éxito en el Estudio = Capacidad cognoscitiva +
Interés por la materia + Técnicas de estudio + Tiempo aplicado + Perseverancia
+ Confianza. Que esta semana te sea beneficiosa en lo laboral, profesional, empresarial o institucional, según proceda o te interese.