Fuente de la imagen: Eluj en pixabay |
La respuesta fue lo que suelo hacer en esos casos, es decir, confeccionar diaria o semanalmente, dependiendo del grado, intensidad o complejidad del laberinto decisorio, una relación de medidas que hay que solventar, especificando quién o quiénes
las debe tomar y cuándo, lista de tareas asentada en un cuerpo tridimensional, flexible y adaptable. Luego seguimiento, análisis, detección de
desviaciones y nuevos ajustes.
Si implemento las estrategias en base a un claro mapa
decisorio y previamente catalogado, incrementaré las probabilidades de llegar a
buen puerto en cada uno de los hitos o frentes de trabajo que configuran la consecución de los objetivos empresariales, consiguiendo salir del laberinto crítico resolviendo el laberinto decisorio (fuente de la imagen: sxc.hu). Imagen incorporada con posterioridad; fuente: Eluj en pixabay.