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Fuente de la imagen: mvc archivo propio |
Desgraciadamente, el club Málaga ya ha pasado por un concurso de
acreedores y no sería bueno volver a otro. De esas adversidades se deben sacar
conclusiones y aprender. Y una de las enseñanzas que tiene que estar muy
clara en la mente de los que toman decisiones y de los propietarios del club,
es que hay que cumplir con la normativa legal aplicable a las sociedades
deportivas en materia mercantil. No necesito refrescar las leyes deportivas, sólo recordar la diligencia que el Código de Comercio de España exigía a los administradores sociales, para que éstos no
incurrieran en responsabilidad en su actuación y llevaran el proyecto a buen puerto: actuar como un buen padre de
familia (en la Ley de Sociedades Anónimas se especificaba que los administradores desempeñarían su
cargo con la diligencia de un ordenado empresario y de un representante leal). Termino con un ruego al sabio Manuel Luis Pellegrini para
que, si lo estima, se lo traslade a los jugadores y a quién considere oportuno. "Entrenador, con todos mis respetos a la institución, tan significativa es la
alegría que recibimos cuando el Málaga gana, como que el equipo cobre y tan substancial
es que los jugadores atesoren sus emolumentos, como que se le reintegre en
tiempo y forma el débito al resto de los proveedores, desde la Agencia
Tributaria hasta el último acreedor en importancia de deuda, pasando por los trabajadores y la Seguridad Social". A buen entendedor… (Fuente de la imagen: Wikimedia Commons).
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[1] Horas después caí en la cuenta, pero ya la oportunidad desapareció.
[2] Benitez Palma, Enrique (2013). El fútbol es así. La Opinión de Málaga. Sitio visitado el 23/1/2013.