lunes, 16 de julio de 2012

Qué hacer

Fuente de la imagen: ignartonosbg en pixabay
Ayer, estuve en casa de un contacto amigo, que nos invitó a una barbacoa y unos baños en su espléndida piscina (Gracias). Como es micropyme, autónomo y minorista, sin ánimo de ser petardo, expresé mi preocupación por todo lo que se le viene encima a este perfil empresarial o profesional, recordando el anuncio de telefonía donde la rara avis seguía trabajando mientras el médico le curaba. Tampoco me sorprendió la respuesta, en el sentido de un palo más en la rueda de la bicicleta, aunque éste, más que un palo es un tronco de enormes dimensiones: más IVA, 24 horas... Ya en debate, preguntó qué hacer: mantener el tipo, cerrar, economía sumergida… Negro futuro le espera, como a todos.  Cierto que a río revuelto, ganancia de pescadores, pero es muy difícil responder. No sólo se necesitan datos del sector, de la empresa… También hay que disponer de una bola de cristal para emitir una opinión técnica. No, en serio, es muy complicado. 

Después de facilitarme algunos parámetros económicos, financieros, técnicos, comerciales y operativos de su negocio, me aventuré: debe ampliar su oferta y combinación de productos y servicios, de forma que el cliente reciba planteamientos super personalizados, a precios de economía de subsistencia, ya que la clase media tiene todas las papeletas de reducirse sustancialmente o desaparecer. En el actual y futuro marco económico y social, los consumidores analizaremos con mucho detenimiento qué comprar, por lo que el comerciante o profesional tiene que tener mucho cuidado en el diseño de los productos y servicios que pone a la venta. Si consigue satisfacer al cliente de forma distinta al resto de los comercios de su ámbito territorial de actuación, tiene menos posibilidades de fracasar.  En cuanto al valor de lo que se vende ¡Uy! En menudo terreno movedizo me meto. No engañarse. Calcular el precio de forma razonable, con criterio económico, y modularlo conforme a la evolución de los acontecimientos comerciales.

Y llega Internet. A difundir nuestro negocio en la Red y, si procede o se tercia, a vender on line, desde un producto hasta un servicio. Casi todo tiene cabida. No olvides que estamos ante un cambio de época y que desgraciadamente los recortes acelerarán esa transición. Al final, los mayas van a tener razón con lo del fin del Mundo que conocemos, en el año 2012. Finalmente, le comenté otras ideas marketinianas, como la colaboración con entidades sociales, escuchar y ofrecer ayuda variopinta, en función de las posibilidades y preparación del equipo, a los clientes con los que vaya estableciendo una relación sólida de confianza, realizar microacciones en el establecimiento (dependiendo del tipo de negocio, desde música en directo hasta charlas magistrales), o invitando a una barbacoa. Que esta semana te sea beneficiosa en lo laboral, empresarial, profesional o institucional (fuente de la imagen: sxc.hu). Imagen incorporada con posterioridad; fuente: ignartonosbg en pixabay.