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Para no perder la orientación, es esencial la delimitación y visualización individualizada y en conjunto de las actividades, procesos o funciones de cada proyecto en el que participas, de forma que puedas fijar los específicos objetivos, propósitos o intenciones, actualizándolos siempre que sea necesario. Caso contrario, empiezas a rotar de una actividad a la siguiente o a la anterior, como si fueras un perro que da vueltas en torno a sí mismo, intentando infructuosamente morderse el rabo, es decir, perdiendo los papeles y naufragando (Fuente de la imagen: stock.xchng archivo propio).