Tarde llego hoy a la cita contigo. El motivo no es otro que los problemas que ha tenido Blogger y que no me ha permitido publicar este post a primera hora de la mañana. Parece que todo ha quedado resuelto. Sí, reconozco que llevo el mes de mayo dándole vueltas a los métodos y técnicas pedagógicas en la enseñanza. Hace unos días con “Reflexiones pedagógicas”[1]; recientemente a través de “Múltiples talentos”[2]; el caso es que no he parado de calentarte la cabeza.
Ayer, mientras observaba en la Plaza de la Constitución de Málaga (España), a dos colaboradoras venenciar vino de Málaga, volví a reflexionar sobre el tema. En noviembre del año pasado desconocían por completo el arte de venenciar. El interés de un equipo docente y la insistencia de su dirección en escrutar las potencialidades individuales del alumnado, favoreciendo enseñanzas y experiencias formativas específicas, propicia agradables resultados, aunque éstos sean parciales o provisionales.
Y parte de ese corolario, consecuencia o alcance no es otro que el ofrecimiento de más de tres mil degustaciones a malagueños y foráneos que transitaban por la plaza. Te dejo el vídeo con unos instantes de la venencia (fíjate en la larga cola de espera). Si quieres acceder al reportaje fotográfico, pincha AQUÍ. Que disfrutes de un reparador fin de semana. Imagen incorporada con posterioridad; fuente: archivo propio.
