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Hay momentos, cuando un colaborador o colaboradora se medio entera del rosario de presuntos proyectos profesionales, empresariales e institucionales en los que estoy inmerso, participo, contribuyo o intervengo, me pregunta cómo puedo llevarlo “to palante”. Antes de contestarle que todo se debe a un poco de organización de la agenda, a los equipos de personas con los que tengo la oportunidad de colaborar y a la red de proactivos contactos con los que me interrelaciono, le suelto la frase: “El maestro Liendre, que de todo sabe y de nada entiende”.
El “dicho”, dicho en broma, también tiene su parte de moraleja cuando hablamos de los perfiles director de proyecto, ejecutivo de área, gerente de una unidad de negocio, apoderado de una empresa o administrador de una institución. Y es que esta figura del organigrama funcional, es lo opuesto radicalmente al concepto de profesional o experto en el sentido tradicional. En más ocasiones de las deseables, tiene que hacer de todo, siendo maestro de la nada (dibujo de imagenes-gratis.net). Imagen incorporada posteriormente; fuente: Hurca en pixabay.