miércoles, 17 de noviembre de 2010

Ley de Moore

Fuente de la imagen: ColiNOOB en pixabay
La semana pasada, ante la compra de un equipo informático, les decía a un grupo de personas que tenían que realizarse preguntas del tipo ¿Para qué lo quiero hoy? ¿Para qué lo quiero mañana? y pronosticar no más allá de dos años de vida tecnológica útil. A partir de la respuesta a esas cuestiones, estudiar la configuración más idónea.

A la pregunta de por qué dos años y no cuatro, respondí lo de la Ley de Moore[1]. Gordon Moore, cofundador de Intel, observó que la cantidad de chips en los artilugios se duplicaba cada año. Hoy, esta ley se ha transformado en una manera de indicar que todos los aparatos digitales, desde ordenadores hasta teléfonos móviles, se modernizan el doble cada 18 a 14 meses, sin modificar sustancialmente su precio.

Realmente, la Ley de Moore no es una ley en el sentido científico, sino más bien una observación, pero ha sentado las bases de grandes saltos de progreso. Moore ha puesto fecha de caducidad a su ley: "Mi ley dejará de cumplirse dentro de 10 ó 15 años -desde 2007-". Piensa que nueva tecnología vendrá a suplir a la actual (foto de Gordon Earl Moore en 2004; fuente: Wikimedia Commons). Imagen incorporada con posterioridad; fuente: ColiNOOB en pixabay.
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[1] Moore, Gordon. Cramming more components into integrated circuits. 1965.  Rev. Electronics, volumen 38, n.º 8. 1995.