En estos momentos de recesión económica en los que nos encontramos, debemos caminar como el dios romano Jano, con dos caras. Un rostro mirando al futuro. Otro semblante ilustrándonos del pasado.
Miremos hacia atrás y aprendamos de nuestras experiencias. Miremos hacia delante y sigamos el viaje con energía positiva y cierta esperanza (Imagen de una moneda del dios Jano; fuente: Wikimedia commons).