lunes, 17 de septiembre de 2007

El modelo emocional

Fuente de la imagen: Dejar al descubierto tus intimidades (M. Velasco, 2006)
En el post Dejar al descubierto tus intimidades (M. Velasco, 2006)[1], apuntaba que nos enfrentamos con un entorno cada vez más turbulento, impredecible y agitado, con cambios muy rápidos y profundos, dentro de procesos de transformación vertiginosos que afectan a todos los ámbitos sociales y en un ambiente altamente competitivo. Las interacciones que mantenemos en el trabajo son de la misma índole que cualquier otra relación de nuestra vida y, en consecuencia, en ellas también intervienen nuestras pasiones. Desgraciadamente, mucha teoría sobre gestión de personas[2] pero percibo que todavía son pocas las empresas que se cuestionan hasta qué punto crean estrés[3]; la tendencia es culpabilizar a la “víctima”. 

A través de la inteligencia emocional (IE), se insufla espíritu de logro, economía de colaboración y se construye con integridad. Cuanto más complejo sea un trabajo, mayor es la importancia de la IE. Según José Medina, partner de Ray and Berndtson, la inteligencia emocional es una cualidad que marca los patrones predictores del éxito o el fracaso en el directivo de hoy[4]. Sí, inteligencia emocional como la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos, los de los demás, motivarnos y manejar adecuadamente las relaciones que sostenemos con los grupos sociales, con los equipos de trabajo y con nosotros mismos[5]. Imagen incorporada con posterioridad; fuente: mvc archivo propio.
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[1] Velasco-Carretero, Manuel (2006). Dejar al descubierto tus intimidades. Sitio visitado el 17/09/2007.
[2] Muchos libros sobre emociones, muchos seminarios sobre motivación, etc.
[3] A sus colaboradores/as.
[4] Leído en la pág. 6 del suplemento dominical infoempleo.com, del grupo Vocento, de 16/9/07.
[5] Imagen de wikimedia commons