Varias noticias he leído esta semana en la prensa sobre la responsabilidad social corporativa (RSC), responsabilidad social de la empresa (RSE) o, simplemente, responsabilidad social (RS).
Para todos los gustos. Ni en el título nos ponemos de acuerdo.
Como las olas, vienen y van. De vez en cuando, le da la neura a los llamados “entendidos” en la materia, a alguna entidad “invocada a sí misma” socialmente responsable, al “iluminado social y responsable” político de turno o a la propia prensa “especializada” y ¡a platicar sobre las lindezas de la RS!
Ayer, el Cinco Días (pág. 15) nos apuntaba que el Consejo de RSC se creará mediante real decreto. Antes de ayer, en elEconomista (pág. 43), un “foro de expertos” piden que la RSE se estudie en la universidad.
Mientras, en el mismo periódico, pero en la pág. 41, se nos habla de que las empresas siguen sin creerse lo de la RS.
Miras en tu rededor, ves lo que sucede con la corrupción, el cohecho, la manipulación, el fraude, la marginación, la extorsión, la explotación de la infancia, la usura, las prácticas monopolísticas y oligopolísticas, el medioambiente, …
¿Quién se lo cree?¿Algo se cuece o, como casi siempre, es por intereses? (Fuente de la imagen: sxc.hu).