martes, 23 de mayo de 2006

Al rico rico...

Fuente de la imagen: mvc archivo propio
Hoy es un día especial, como todos ¿verdad?. Me comunican que ha llegado una resolución dictada por el Tribunal Económico Administrativo estimando una reclamación que una entidad jurídica presentó contra una resolución de Hacienda, después de sucesivos requerimientos y respuestas en contra, y anula la sanción, también impugnada, por no encontrarla ajustada a derecho ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! La dirección de la empresa era escéptica a la hora de presentar la reclamación económico-administrativa porque dice no cree mucho en el Sistema. Tal fue mi insistencia que, creo, asintieron para no escucharme más, si bien me hicieron apostar que pagaría un almuerzo de trabajo especial si perdía. ¡Bien! ¡Bien! ¡Bien! Y ruego me permitan la siguiente frase disonante y es que también tengo “envidia grosera e inmunda” por mi amigo Koldo, que tiene la cara dura de irse un fin de semana al hotel de Karlos en Zarautz y refregárnoslo en la cara sin ninguna contemplación. Copio aquí el texto que ha dejado el muy atrevido en su foro“Con el regusto de unos días maravillosos, pasados en ese increíble enclave que es el hotel-restaurante de Karlos Arguiñano, ya estoy de vuelta. Buen tiempo, un entorno de ensueño, una cocina de pecado, un personal simpatiquísimo y unos menús perfectamente equilibrados entre la cocina de diseño y la cocina tradicional”“Arrierillos somos y en el camino nos encontraremos”. Bromas aparte, me alegro mucho por él. 

Tuve la suerte de conocer a Karlos Arguiñano en el Grupo Hojiblanca, ¡Uf! Recuerdo cuando me tocaba representar a mi consejero y empresa en aquellos estratégicamente interminables consejos de administración[1], con el mercado aceitero, fusiones para allá e inversiones por acá. En aquellos días colaboraba con nosotros Karlos en la publicidad del aceite y creo que no lo hacía nada mal[2], pero luego[3], se nos fue la olla un poco con Antonio Banderas y el mercado americano. No tengo nada en contra de Banderas, todo lo contrario, además de malagueño creo que es buen chico, lo que no me da buena espina es toda la parafernalia económico-financiero-comercial a su alrededor. Dicen que han dejado la buena idea de “La Posada de Antonio” poco más que en bancarrota.  Si eso es cierto, deseo que no suceda lo mismo con Hojiblanca, comen muchos pequeños empresarios de ese proyecto empresarial. En fin, el tiempo nos dará o quitará la razón a los que no veíamos claro ese camino o el de las fusiones y absorciones en sectores que no tienen que ver de forma directa con el aceite: Antonio, “zapatero a tus zapatos”. Y Karlos es especial. Dice mi sobrino Robert, que estuvo haciendo práctica durante seis meses con Arzak, que éste le da cinco vueltas a Karlos, pero que Karlos es un comunicador. Pues mira Robert, no soy entendido en el tema[4], pero me quedo con Karlos porque me hace pasar un buen rato, reírme y, en síntesis, disfrutar[5].
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[1] Dirigidos por Pepe y Antonio.
[2] Echo de menos esa botella de aceite Hojiblanca en su programa.
[3] En mi modesta opinión.
[4] habrá que preguntárselo a Koldo.
[5] Les deseo a Karlos, Arzak, Koldo, Hojiblanca y a ti la mejor de las suertes profesionales y, sobre todo, personales. Formato cambiado posteriormente. Fuente de la imagen; vídeo de Karlos.