Fuente de la imagen: mvc archivo propio |
Tuve la suerte de conocer a Karlos Arguiñano en el Grupo Hojiblanca, ¡Uf! Recuerdo cuando me tocaba representar a mi consejero y empresa en aquellos estratégicamente interminables consejos de administración[1], con el mercado aceitero, fusiones para allá e inversiones por acá. En aquellos días colaboraba con nosotros Karlos en la publicidad del aceite y creo que no lo hacía nada mal[2], pero luego[3], se nos fue la olla un poco con Antonio Banderas y el mercado americano. No tengo nada en contra de Banderas, todo lo contrario, además de malagueño creo que es buen chico, lo que no me da buena espina es toda la parafernalia económico-financiero-comercial a su alrededor. Dicen que han dejado la buena idea de “La Posada de Antonio” poco más que en bancarrota. Si eso es cierto, deseo que no suceda lo mismo con Hojiblanca, comen muchos pequeños empresarios de ese proyecto empresarial. En fin, el tiempo nos dará o quitará la razón a los que no veíamos claro ese camino o el de las fusiones y absorciones en sectores que no tienen que ver de forma directa con el aceite: Antonio, “zapatero a tus zapatos”. Y Karlos es especial. Dice mi sobrino Robert, que estuvo haciendo práctica durante seis meses con Arzak, que éste le da cinco vueltas a Karlos, pero que Karlos es un comunicador. Pues mira Robert, no soy entendido en el tema[4], pero me quedo con Karlos porque me hace pasar un buen rato, reírme y, en síntesis, disfrutar[5].
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[1] Dirigidos por Pepe y Antonio.
[2] Echo de menos esa botella de aceite Hojiblanca en su programa.
[3] En mi modesta opinión.
[4] habrá que preguntárselo a Koldo.
[5] Les deseo a Karlos, Arzak, Koldo, Hojiblanca y a ti la mejor de las suertes profesionales y, sobre todo, personales. Formato cambiado posteriormente. Fuente de la imagen; vídeo de Karlos.