domingo, 21 de mayo de 2006

Tirados a la papelera

Fuente de la imagen: mvc archivo propio
Debo estar incubando algún virus de esos raros, porque hoy vuelvo a encontrar desangelado el suplemento negocios dominical del diario local (21 de mayo de 2006). Ciclos de reportajes similares que se repiten cada cierto tiempo; colaboraciones en temas fiscales, mercantiles, laborales, etc., que me dan la impresión que, en algunos casos, se redactan sólo para llenar el hueco contratado o acordado con el periódico; firmas en el siglo XXI con artículos a entregas (IV, V, VI, ... ) e, incluso, menos anuncios de ofertas de empleo (en casi todas piden nivel alto de idiomas, por lo que con mi inglés de los Montes de Málaga no voy a ninguna parte). ¿Se le echa la culpa a Internet de la bajada en el índice de lectura de la prensa de pago en papel? ¿crisis, quien ha dicho crisis? Bueno, ahí están los periódicos llamados regalados o, como dice un amigo, tiralera –“tira” dos a la pape”lera”- (esos sí son gratuitos ¡eh!, Ángel). Sí, definitivamente, debo tener algo de fiebre, porque no creo que estén equivocados los equipos de redacción y, por el contrario, sea yo el que tenga razón.

Me refugio en el suplemento negocios del ABC y El País [1] y se me va quitando la mala sombra con la que me levanté. Vais a pensar que tengo acciones de estas empresas ¡ya quisiera! Son dos periódicos que percibo que en general no redactan para rellenar páginas, sino con una línea editorial definida, clara y profesional, que me dan su opinión sin agobiarme; leo uno y leo otro y luego me hago mi propia composición de lugar (cosa que echo de menos en mi provincia). Tengo amigos, tanto conservadores como liberales y progresistas, que tienen el mismo hábito informativo (les copié la técnica) y me quedo ensimismado cuando les escucho hablar de la actualidad, es como si poseyeran la verdad, de hecho, poseen “su verdad”, pero es como si esa verdad estuviera más cerca de “la Verdad”. Recuerdo la imagen del ABC a principios de los 70, lo compraba mi tío Rafael, autodidacta él. El País lo conocí en la universidad. Durante largas temporadas he tenido una relación amor-odio con los dos periódicos, me defraudaban (y, supongo que yo a ellos en algún momento también), me encandilaban, me volvían a defraudar. 

Además de ampliar mi perenne reducido vocabulario, me posibilitaban componer mi propia idea de la actualidad. Gracias. Os deseo a los dos la mejor de las suertes informativas futuras. Respecto a la tele, cada vez la veo menos (“El sonido de los dedos apretando el botón”, post de Enrique Dans). Procuro en las noticias una cita de lunes a viernes en Quatro con Iñaki, digamos un noticiero sincero, sin sesgo y liberal progresista, pero echo en falta otra cadena con un noticiero digamos sincero, sin sesgo y conservador. Puede que el ABC y el País me hayan acostumbrado mal, pero no me importa. En fin, esperaremos, no creo que sea difícil copiar el formato del informativo de Quatro por otra cadena, puede que la dificultad se encuentre en desterrar las actitudes aparentemente intervencionistas y manipuladoras, que pueden existir en el lado conservador, y ¡dejar hacer! a los verdaderos profesionales (que también los hay), desterrando a los presuntos advenedizos, temporeros y cantamañanas[2] que hacen un flaco favor al público moderado, conservador, y a la sociedad en general. Saludos. Formato de texto cambiado posteriormente. Fuente de la imagen: sxc.hu).
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[1]. También sigo por Internet otros periódicos: La Vanguardia, El Diario Vasco, El Periódico, la Gaceta, Expansión, Cinco Días, etc. que me permiten modular aún más el enfoque informativo general y el específico (economía y finanzas).
(2). En mi caso ¿Debo considerarme también un advenedizo, temporero, cantamañana y periodista fracasado escribiendo este blog? Juzguen ustedes.