domingo, 7 de septiembre de 2025

La visita inesperada: un gorrión en el salón

Fuente de la imagen: mvc archivo propio
A veces, la naturaleza se cuela en nuestros espacios de la forma más sorprendente. Así sucedió la otra tarde en el salón, cuando un pequeño gorrión rompió lo cotidiano, sobresaltándonos a todos (te dejo una instantánea del "susodicho"). Su vuelo nervioso, de las estanterías a las ventanas, que el calor del exterior mantenía cerradas a cal y canto, y así sucesivamente, era un intento desesperado por encontrar una salida. No me explico cómo llegó a entrar, pero la chimenea, inactiva, pero con respiraderos y rendijas, parecía la respuesta más plausible. Mientras lo observaba, la mente viajó a un recuerdo agridulce: el de un vecino que, años atrás, rompía los nidos de golondrinas. Con tristeza y el tacto que la situación exigía, le expresé mi opinión sobre su acto, a lo que él respondió, harto, con una sola palabra: "cagadas". Ciertamente, las heces de los pájaros son un incordio (M. Velasco, 2016)[1], especialmente las de las palomas y las gaviotas.

En la propia casa, una de las terrazas sufre el efecto corrosivo de los excrementos y tengo que aplicar una nueva capa de impermeabilizante cada cierto tiempo (M. Velasco, 2025))[2]. No me importa, no me pesa, porque cada primavera, los árboles y arbustos de la aspiración a jardín se llenan de nidos, incluso en los respiraderos del tejado, y el gozo del bullicio de los pajarillos compensa cualquier pequeño inconveniente. Volviendo al salón, la situación requería de nuestra intervención. Abrimos con cuidado una de las ventanas y retiramos la mosquitera. Justo entonces, desde afuera, el canto de otro gorrión se hizo eco. El pequeño visitante, como si hubiera entendido el llamado, respondió con un gorjeo antes de tomar impulso y volar hacia la libertad. Fue un recordatorio de que, a pesar de la complejidad del mundo, la conexión con la naturaleza sigue siendo una de las cosas más sencillas y gratificantes que nos podemos regalar.
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[1] Velasco-Carretero, Manuel (2016). ¡Cuidado con las palominas! Sitio visitado el 7/9/2025.
[2] Velasco-Carretero, Manuel (2025). La paz del invierno se gana en el verano, Sitio visitado el 7/9/2025.