Administración Territorial y Sector Turístico español

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En el marco de la impartición de la asignatura Derecho Administrativo Turístico (DAT), del Grado en Turismo de la Facultad de Turismo de la UMA, y bajo el método “docencia participativa” (M. Velasco, 2024)[1], la tarde del viernes la pasé preparando la clase relativa a la administración territorial y sector turístico - Administración turística estatal, autonómica y local, con especial referencia al municipio turístico - (M. Velasco, 2006)[2]. Y es que el turismo es un contrafuerte básico de la economía española, constituyendo una fuente clave de empleo y desarrollo económico. El marco administrativo que regula este sector en España es complejo y se articula a través de varias capas: estatal, autonómica y local. Cada nivel de administración juega un papel crucial en la promoción, regulación y gestión de la actividad turística, adaptándose a las particularidades de sus respectivos territorios. El desarrollo de la clase discurrirá por la estructura de la administración turística en España, haciendo especial énfasis en el municipio turístico y sus competencias. A nivel estatal, el Ministerio que tenga asignado Turismo es la entidad encargada de supervisar y ejecutar las políticas turísticas. Bajo su tutela se encuentran diversos organismos autónomos y entidades públicas, como Turespaña, que se dedican a la promoción internacional del turismo en España. Estas instituciones son responsables de implementar estrategias destinadas a posicionar el país como un destino turístico de referencia, asegurando un enfoque que favorezca la sostenibilidad y la calidad en la oferta turística. La normativa estatal proporciona un marco general que las comunidades autónomas (CCAA) deben seguir, pero cada una puede adaptar estas directrices a sus necesidades específicas. Esto permite una legislación más cercana a las realidades locales y facilita la respuesta a las demandas del sector. En ese sentido, las CCAA tienen un papel vital en la gestión turística dentro de su territorio. Su establecimiento comenzó con la llegada del modelo autonómico en España, permitiendo a cada autonomía diseñar políticas y regular la actividad turística según sus características y necesidades. Cada comunidad suele contar, al menos, con su propia Secretaría General de Turismo o equivalente, encargada de coordinar y gestionar las distintas iniciativas turísticas a nivel regional.

Dentro de sus competencias, se encuentran la planificación de la actividad turística, la regulación de los servicios turísticos, y el fomento del turismo sostenible. Además, tienen la potestad de inspeccionar y sancionar actividades turísticas, así como de declarar ciertos municipios como "municipios turísticos", con lo cual se les atribuyen responsabilidades y beneficios adicionales para la promoción de sus recursos. En el ámbito local, los municipios tienen un papel decisivo en la promoción y gestión del turismo, especialmente los catalogados como "municipios turísticos", que gozan de competencias que les permiten desarrollar sus propios planes de promoción, gestionando recursos turísticos y organizando eventos que potencien el atractivo de sus localidades. Los ayuntamientos son responsables de la regulación de infraestructuras turísticas de su titularidad y tienen la capacidad de participar en la formulación de instrumentos de planificación turística. Esta capacidad les permite adaptar las políticas turísticas a las características locales, incorporando las opiniones de la ciudadanía y promoviendo un enfoque que valore el patrimonio cultural y natural del municipio. La actuación conjunta y coordinada entre los distintos niveles de administración pública es esencial para el desarrollo eficaz del sector turístico. A través de la creación de mesas de trabajo y mecanismos de cooperación, se busca optimizar la gestión de recursos turísticos y promover medidas que garanticen la sostenibilidad del sector. La integración de las iniciativas estatales, autonómicas y locales es fundamental para potenciar el turismo en cada comunidad. A través de políticas coordinadas, se asegura que las estrategias turísticas no solo sean efectivas sino también inclusivas, involucrando a todos los actores del sector en la toma de decisiones. En síntesis, el turismo en España es un importante motor económico a la par que un catalizador para el desarrollo social y cultural. La estructura de administración territorial posibilita un enfoque flexible y adaptado a las realidades de cada comunidad autónoma. Especialmente en el caso de los municipios turísticos, donde se combinan recursos locales y políticas más amplias, se crea un potencial significativo para el desarrollo turístico sostenible. Fuente de la imagen: mvc archivo propio.

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[1] Velasco-Carretero, Manuel (2024). Donde alumnado y docente cambian roles. Sitio visitado el 08/03/2025.

[2] Velasco-Carretero, Manuel (2006). Administraciones Territoriales y Turismo. Sitio Economía Sostenible. Visitado el 08/03/2025.