Fuente de la imagen: El Guadalquivir (M. Velasco, 2007) |
En el paquete de los principales objetivos de la ley destacan la mejora de la calidad de vida, fomentando un entorno saludable y sostenible para la ciudadanía, el acceso a la información ambiental, garantizando la transparencia y la participación ciudadana en la toma de decisiones, y la promoción de la educación ambiental, sensibilizando a la población sobre la importancia de proteger el medio ambiente. Los principios que la inspiraron son fundamentales para su aplicación, destacando la utilización racional y sostenible de los recursos naturales, la responsabilidad compartida entre administraciones, empresas y ciudadanos, así como la transparencia y participación en la gestión ambiental. También, introdujo una serie de instrumentos para fomentar la responsabilidad compartida en la protección del medio ambiente.
Entre los mecanismos se encuentran la promoción de acuerdos de las administraciones públicas y las empresas para la implementación de medidas ambientales, el establecimiento de un reconocimiento para las empresas andaluzas que apuestan por tecnologías limpias y reducen su impacto ambiental y de un sistema de responsabilidad y reparación por daños ambientales, alineado con la normativa europea, que incluye la exigencia de garantías financieras, así como el fortalecimiento de la vigilancia e inspección ambiental, con un conjunto de infracciones y sanciones que garantizan el cumplimiento de la normativa. En síntesis, la GICA se posicionó como un marco integral para promover un desarrollo sostenible en la comunidad autónoma, sentando las bases para una gestión ambiental más eficiente y eficaz.
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[1] Ley 7/2007, de 9 de julio de Gestión Integrada de la Calidad Ambiental Publicado en: «BOJA» núm. 143, de 20/07/2007, «BOE» núm. 190, de 09/08/2007. Entrada en vigor: 20/01/2008.
[2] Velasco-Carretero, Manuel (2008). Gestión Integrada Calidad Ambiental andaluza. Sitio Economía Sostenible. Visitado el 11/12/2024.