![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_GSzlmMm_Ky1OouDYa6u9UdCjc3-FxKGAkU4fM_rZ8d8LpcQRY2SaorWd4ZIuyT3lKpJTdyprobBJmLhUJB0_2JXZpmKKfIZm3zTFcukn0IqX-bZpaq6ZblxJWYVlakJgaX96eupN9CVpxSsitFYbCXva0qw6wcsjk8CgyoNh6tnekG-PgRUG/w640-h426/turismo%20de%20bienestar.jpg) |
Fuente e la imagen: instantánea de un momento de la conferencia |
En e
l marco del Programa Interuniversitario de Doctorado de Turismo, en el que me encuentro integrado, y en el Ciclo de Conferencias REDINTUR, parte de la tarde del martes la pasé asistiendo a la conferencia “Cómo cambiar tu destino. Los destinos turísticos de bienestar que cambian los destinos de las personas”, impartido por D. Edgar Tarrés Falcó, Hacker del Bienestar y profesor de la Universitat de Girona, coordinado por el Dr. D. José Antonio Fraiz Brea y organizado por la Facultad de Ciencias Empresariales y Turismo de la Universidad de Vigo (España). En “Destinos turísticos de transformación interior” (M. Velasco, 2007)[1], reflexionaba acerca de esos viajes turísticos placenteros que propician una transformación que genera una conexión con mi yo interior, a la vez que se sana el cuerpo y la mente, que, a su vez, hace cambiar o evolucionar mi presente hacia un futuro distinto al previsible según la zona de confort en la que he habitado hasta el momento previo al cambio.![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgf5EXrR43DPl47noesgj4dZy650ZsdKmL6SRg6BVTmyYAaPVU0QtMzs9EzBxOohkVj8iQfwxE9mB8OUUvjByOFiyuoLIveWM0PDm0QZzjiF_UgYLU0nDCe8KxlubmWgTayBv2BbGytjVUGoFeMID4PXSc8HPH4choMMdAeSq2kMD9xumS31Ja1/w640-h462/turismo%20de%20bienestar1.JPG) |
Fuente de la imagen: rvs archivo propio |
Se le atribuye a Gandhi la idea de que si quiero cambiar el mundo, deberé primeramente cambiarme a mí mismo, reflexión cuyas raíces se encuentran en Lao-Tzu, cuando escribió en “Tao Te Ching" acerca del equilibrio interior como paso previo para conseguir bienestar y paz. Y es que, desde antaño, la Humanidad ha intentado buscar estadios personales, privativos o íntimos donde enlazar con nuestro yo más hondo, curar las partes físicas y psíquicas dolidas o maltrechas, y promocionar un futuro distinto y mejor. Este profundo objetivo es el que posibilita lo que desde principios del siglo XXI denomino "turismo de fortuna" (circunstanciales casuales proactivas) o "de bienestar" (en sintonía con sostenibilidad), donde el destino turístico ofrece la posibilidad de transformar al turista como individuo en continuo cambio o evolución, mediante experiencias que combinan meditación, autoconocimiento, artes marciales, yoga, entornos naturales o culturales, estilos de vida relajantes…
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