¿Exceso de confianza?

Fuente de la imagen rvs 2012

Si eres follower de este sitio sabes mi relación teórica y práctica con la contabilidad y en los roles de contable, verificador o coordinador de departamentos. Asimismo, desde 2007 edito el sitio Contable y Fiscal. En “El rey contable ha muerto. Viva el rey cuántico”[1], me atreví a pronosticar el futuro del perfil profesional. El caso es que un buen contable suele ganarse la confianza de la empresa y, dependiendo del volumen de negocios de ésta, puede asumir funciones financieras de cobros y pagos. Pero, también, un “mal contable” puede ganarse la confianza y “hacer de las suyas”. En esta semana se han registrado varios ejemplos en mi país. A continuación, vía el Consejo General del Poder Judicial español (CGPJ), te referencio dos condenas.

La Audiencia Provincial de Cantabria (APC) ha condenado[2] a un contable por desviar fondos de las empresas para las que trabajaba, delito continuado de apropiación indebida[3]. Parece que el acusado realizó labores de contabilidad, gestión de pagos, facturas y gestión de nóminas en dos empresas del mismo grupo, “sin conocimiento ni consentimiento de dichas empresas, con evidente ánimo de enriquecimiento personal y prevaliéndose de su privilegiada posición y de la confianza depositada en él”. El otro caso se ha registrado en la Audiencia Provincial de Alicante (APA), condena[4] a una persona que trabajó como contable y se apropió de una cantidad importante de euros en perjuicio de la propietaria[5]. 

El contable, que se había ganado la confianza de la nueva dueña y se encargaba de la revisión de los pedidos y el pago de las facturas del comercio, facilitó por teléfono al principal proveedor del establecimiento un número de cuenta bancaria de su titularidad. Simuló ante la responsable de la empresa proveedora que contaba con la autorización para que ingresaran en esa nueva cuenta el dinero de los descuentos y bonificaciones con que la distribuidora beneficiaba a sus clientes en función de las compras que le hacían. De este modo, el contable logró desviar, mediante transferencias periódicas, a su propio patrimonio un montante importante de dinero. Fuente de la información: CGPJ. Fuente de la imagen; mvc archivo propio

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[1] Velasco Carretero, Manuel. El rey contable ha muerto. Viva el rey cuántico. 2020. Sitio visitado el 06/10/2023.

[2] A un año de prisión y al pago de una multa de 720 euros

[3] Con la concurrencia de la circunstancia modificativa de la responsabilidad penal atenuante de reparación del daño.

[4]Tres años y cinco meses de prisión por un delito de estafa agravada.

[5] El fallo de la sentencia le impone además el pago de una multa de 2.400 euros y le obliga a indemnizar a la perjudicada con la cantidad defraudada.