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Fuente de la imagen: mvc archivo propio. Portada del texto "Confianza perdida" (2013) |
Vía el Registro de Economistas Expertos en Marketing y Comercialización (
EMK) del Consejo General de Economistas de España (
CGE), en el que me encuentro integrado, llego al número 42 de la revista Economistas, donde le realizan una entrevista a
Eugenio José Luque Domínguez[1], Presidente de la Conferencia Española de Decanas y Decanos en Economía y Empresa (
CONFEDE)
[2]. Entre otras interesantes reflexiones, apunta el Ilmo. Sr. Decano de la
Facultad de Económicas y Empresariales de la Universidad de Málaga (UMA) que
“un mayor acercamiento de la Empresa a la Universidad redundaría en beneficio de ambas. En las aulas, coordinando los programas de estudio y las exigencias del mercado laboral; incorporando profesionales de la empresa en la docencia, para que los estudiantes puedan aprender de su experiencia práctica”[3]. Si te interesa el tema, te animo a que hojees la revista.
No puedo estar más de acuerdo con esa idea, que se alinea con las actuales corrientes de pensamiento en cuanto a enseñanza en las universidades europeas, movimiento del que llevo escuchando teorizar en Málaga desde la década de los noventa del siglo pasado. Pero percibo que una cosa es la teoría y "las buenas intenciones" y otra la realidad, plasmada en alta valoración de méritos relacionados con la investigación y, en menor medida, docencia, junto a modesta estimación de la actividad profesional. Y es que, animado por miembros de la comunidad universitaria, me he presentado a concursos de plazas de Personal Docente en asignaturas como “Economía Aplicada”
[4] y puedo decir que, en alguna que otra instancia, los más de veintiséis años como economista ejerciente, certificados por una corporación de derecho público, han sido valorados por la preceptiva Comisión de Evaluación con un “cero patatero”.
Ciertamente, según comentarios de miembros de reconocido prestigio de la comunidad universitaria malagueña, entre los que no dudo se encuentra el Sr. Luque Domínguez, la UMA, en línea con las corrientes de actuación de la mayoría de las comunidades universitarias españolas, intenta propiciar la nivelación de los apartados profesionales con otros tradicionales como pueden ser la investigación. Pero puedo constatar que, por mucho que se argumente en foros universitarios o profesionales que, en determinadas especialidades académicas, se iba a dar más protagonismo al ejercicio de la actividad profesional en detrimento de otros apartados, como puede ser la investigación, la realidad sigue siendo la que es. Ilmo. Sr. Decano: ¡Qué mejor marco de investigación que aplicar los conceptos económicos en la actividad profesional durante más de un cuarto de siglo! Fuente de la imagen: mvc archivo propio.
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[1] Doctor en Economía por la Universidad de Málaga y profesor titular de Economía Aplicada de la misma Universidad.
[2] Si quieres acceder a la revista y al artículo, clickea AQUÍ. Sitio visitado el 06/07/2023. [3] Luque Domínguez, Eugenio José. Revista Economístas. núm. 42., junio 2023.
[4] Entiendo la economía aplicada básicamente como la aplicación de los conceptos de la economía teórica a experiencias prácticas en entornos como puede ser la empresa, la administración pública, las finanzas, etc.