viernes, 31 de marzo de 2023

Big Data, Administración Pública y Protección de Datos

Fuente de la imagen: mvc archivo propio
La Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) entiende que las Administraciones Públicas Españolas (AAPP), al igual que todos los responsables del tratamiento, han de asumir que las brechas de datos personales podrían producirse y que las medidas de seguridad no garantizan una protección total[1]. Por lo tanto, deben implementar desde el diseño del tratamiento medidas y acciones específicas para minimizar el posible impacto personal y social de una brecha en caso de producirse. Para la AEPD, una gestión eficaz de los riesgos implica la actuación coordinada de las entidades implicadas en el tratamiento, un estudio conjunto de los distintos escenarios de brechas masivas en caso de fallo de las medidas de seguridad y la adopción de los procedimientos, técnicas de protección de datos y medidas de seguridad específicas y adecuadas para minimizar su impacto sobre los derechos fundamentales.

La tarde del jueves la pasé hojeando las orientaciones para tratamientos que implican comunicación de datos entre AAPP ante el riesgo de brechas de datos personales, editadas por la AEPD[2], documento del que me hice eco en el sitio Protección de Datos bajo el título “Orientaciones sobre protección de datos para las AAPP” y que está destinado al sector público[3], abordando la necesidad de gestionar los riesgos derivados del tratamiento de cantidades masivas de datos personales y su intercambio entre AAPP[4]. Dirigido a organismos públicos y a sus delegados de protección de datos[5], el texto está centrado en aquellos tratamientos en los que, debido al elevado volumen de datos personales y por la interconexión permanente entre sistemas de las AAPP, son susceptibles de sufrir brechas masivas de datos personales de alto riesgo para los derechos fundamentales[6]. Fuente de la información: AEPD.
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[1] En 2021, la Agencia recibió 163 notificaciones de brechas personales provenientes del sector público, y en 2022 esa cifra se incrementó un 49% hasta las 243.
[2] Como material de ayuda, las Orientaciones incluyen un listado de medidas preventivas de detección, respuesta, revisión y supervisión que se podrían implementar en el marco de este tipo de tratamientos.
[3] La Agencia apunta en estas directrices que las infraestructuras de estos tratamientos son complejas desde el punto de vista organizativo debido a los múltiples actores que intervienen, y que esa interconexión de infraestructuras para el acceso y el intercambio de datos multiplica la probabilidad de que una brecha de datos personales termine materializándose, generando un gran impacto.
[4] Tanto para los derechos y libertades de las personas como para la propia sociedad en su conjunto.
[5] Deben aplicarse garantías de privacidad y medidas de seguridad, tanto técnicas como organizativas, adecuadas a estos escenarios complejos, específicas para gestionar el alto impacto social con relación a la protección de datos y de forma coordinada.
[6] Estas Orientaciones se suman a las diversas guías y herramientas de la Agencia tiene publicadas[6] y que pueden consultarse en este enlace. Visitado el 31/03/2023.