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En “
Práctica de poda”
[1] comentaba la asistencia a las clases de poda impartidas por
Eugenio, Mamen y Javier. En “
Poda emocional”
[2], recogía la foto con Paco, maestro en muchas cosas, entre ellas, el oficio de poda. En la instantánea colgaba de su cinto unas tijeras eléctricas de podar. Realizo esta introducción porque durante el sábado he estado podando las viñas que rodean el hogar y, ya puestos, retocando los jazmines. Siguiendo a N. James
[3] y A. Shigo
[4], la poda es una práctica hortícola, arborícola y silvícola que implica la eliminación selectiva de ciertas partes de una planta, como ramas, yemas o raíces.
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Para la doctrina consultada, la poda implica la eliminación selectiva de material vegetal enfermo, dañado, muerto, improductivo, estructuralmente defectuoso o simplemente no deseado de las plantas de cultivos y jardines. Los expertos aplican técnicas de poda especializadas a ciertas plantas, dependiendo de que sean árboles frutales, vides, rosas… Al podar, es importante que las ramas se mantengan intactas, porque ayuda a que el árbol se encuentre erguido. En cuanto a cuando es mejor podar, depende de la planta y del hemisferio, siendo el invierno el tiempo de poda de muchas plantas de clima templado.
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____________________[1] Velasco Carretero, Manuel. Práctica de poda. 2011. Sitio visitado el 08/01/2023. [2] Velasco Carretero, Manuel. Poda emocional. 2010. Sitio visitado el 08/01/2023. [3] James, N. The arboriculturalist's companion. Blackwell Publishers Ltd. 1990.
[4] Shigo, A. Modern arboriculture, third printing. Shirwin Dodge Printers. 1991.
