lunes, 4 de julio de 2022

A veces ganas no faltan

Fuente de la imagen: mvc archivo propio
En el libro “La estrategia de la rata. El arte de la intriga y la conspiración en la oficina”[1], que he estado rehojeando en el fin de semana pasado, me pregunta el autor, Joep Schrijvers, si he conocido alguna vez alguna empleada o empleado feliz, o a un directivo o directiva amable y honrado o a una compañera o compañero automotivado y con una sonrisa en la cara. Respondo que sí y va y me suelta “Basta de cuentos y mentiras, ha llegado la hora de decir la verdad: la oficina no es ese lugar paradisiaco lleno de maravillosas oportunidades y almas cándidas que algunos nos quieren vender, sino una jungla en la que se hace difícil sobrevivir”.

Pues va a ser que no, Joep, pero algo de coincidencia con la realidad, o mi realidad profesional, sí se destilan en las páginas, sobre todo para poner tierra de por medio con los que van dando “hachazos limpios” (ver “Hachazos[2]), las “mosquitas muertas” (ver ¡Ay! La mosquita muerta[3]) o la gente tóxica (ver “Seres tóxicos[4]), por lo que a veces ganas no faltan de actuar como una rata. Presenta el texto como un manual de supervivencia en la oficina; ácido, sincero y con un afilado sentido del humor. Parte de este texto también se ha editado en el sitio book—post, bajo el título ·La estrategia de la rata”. Fuente de la imagen: mvc archivo propio.
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[1] Schrijvers, Joep. La estrategia de la rata. Ed. Temas de Hoy. 2005.
[2] Velasco Carretero, Manuel. Hachazos. 2011. Sitio visitado el 04/07/2022.
[3] Velasco Carretero, Manuel ¡Ay! La mosquita muerta. 2011. Sitio visitado el 04/07/2022.
[4] Velasco Carretero, Manuel Seres tóxicos. 2015. Sitio visitado el 04/07/2022.