A vueltas con el tráfico de influencias

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En “A vueltas con el conflicto de intereses”[1], te comentaba que anda alborotado el partido conservador de mi país con el presunto conflicto de intereses de la Presidenta de la Comunidad de Madrid por supuestas comisiones de un familiar suyo. Me comenta Paco (Gracias, amigo), que por los indicios, más que un conflicto de interés, lo que hay es un presumible tráfico de influencias. “Ojeando” los medios de comunicación, parece que no va mal encaminada la apreciación del compañero. Para centrar el término, no es otra cosa que utilizar la influencia derivada del puesto, posición o estatus, para obtener trato preferencial, favores… a cambio de algo. Me gusta la definición contenida en el Glosario de Términos de Integridad Corporativa de la Oficina de las Naciones Unidas (ONU) contra la Droga y el Delito (México)[2], como la promesa, el ofrecimiento o la concesión a un funcionario público o a cualquier otra persona, en forma directa o indirecta, de un beneficio indebido con el fin de que el funcionario público o del sector privado o la persona abuse de su influencia real o supuesta para obtener de una administración o autoridad del Estado un beneficio indebido que redunde en provecho del instigador original del acto o de cualquier otra persona.

También, entiende la ONU por tráfico de influencias la solicitud o aceptación por un funcionario público o cualquier otra persona, en forma directa o indirecta, de un beneficio indebido que redunde en su provecho o el de otra persona con el fin de que el funcionario público o la persona abuse de su influencia real o supuesta para obtener de una administración o autoridad del Estado un beneficio indebido. Del discurso de apertura del Foro Global sobre Gobernanza Pública, del entonces Secretario de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Angel Gurría, bajo el título Building a Cleaner World Economy[3], se deduce que para Gurría el tráfico de influencias por sí mismo no tiene que ser necesariamente ilegal. No estoy muy de acuerdo con esa reflexión, a no ser que se utilice la influencia de uno para conseguir algo bueno que beneficie a terceros (recordemos a Oskar Schindler y su Lista). Para P. Semeraro[4] el tráfico de influencias está asociado con la corrupción y, por lo tanto, puede deslegitimar las políticas democráticas ante el público o la ciudadanía en general. Entre otros países, es punible como delito en España, Portugal, Bélgica, Italia, Reino Unido, Brasil y Argentina. Fuente de la imagen: mvc archivo propio.

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[1] Velasco Carretero, Manuel. A vueltas con el conflicto de intereses. 2022. Sitio visitado el 20/02/2022.

[2] Molpeceres, Antonio (Coord). Glosario de Términos de Integridad Corporativa. Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito. México. 2018.

[3] Gurria, Ángel. Building a Cleaner World Economy. Global Forum on Public Governance. 2009. Sitio visitado el 20/02/2022.

[4] Semeraro, Pietro. I delitti di millantato credito e traffico di influenza. Ed. A. Giuffrè. 2000.