sábado, 1 de enero de 2022

Ser que deja huella

Fuente de la imagen: piper60 en pixabay
Si eres follower de este sitio conoces que a lo largo de mi tránsito por la Vida me han puesto motes, apodos y alias de los más variopintos. En De “niño perdío” a “er solucionador”[1], te inventariaba algunos de ellos. Otros apelativos me dan un poco de reparo comentar, como el que te insinué en “Personas buenas[2], si bien, en ese caso, “hombre bueno” es más un concepto jurídico. Recientemente, con motivo del recopilatorio recogido en “De ola en ola[3], han wasapeado hasta el término “maestro de vida”, que agradezco, pero que me ha sonrojado por inmerecido, porque sabes que solo me considero torpe transeúnte y "perenne aspirante” a recorrer el "camino" con vergüenza y mesura. Pero ¿Quién es un "maestro de vida"? Aparentemente difícil pregunta, puesto que no es un miembro de la respetada profesión de docente ni tampoco un mentor o un coach. Lo considero como esa "persona que deja huella", condicionando para bien mi futura existencia.

Aprovechándome de la definición de C. Simón sobre “maestro de vida”[4], lo entiendo como esa figura encarnada en una persona, siempre con nombre y apellidos, que, viviendo, con su ejemplo y sabiduría, adiestra a vivir, enseñando vicisitudes que no no se olvidan y que influyen positivamente en el otro, dejando señal o rastro. Por ejemplo, escribe J. González[5], que para él un maestro de vida es el filósofo Schopenhauer, por la importancia filosófica y literaria de su obra que “lejos de quedarse en meras anécdotas, constituye un nuevo esfuerzo por desligarse de lo establecido, proponiendo –con nuevos medios– fórmulas para desenmascarar el sentido del hombre y de sus acciones”. En mi caso, tengo la suerte de disfrutar de la esencia de “maestros de vida”, desde familiares (ver "Sentir la palmada"[6]), amistades, docentes, jefes y jefas, compañeros y compañeras, utilizados como espejo para aprender a caminar mejor. Fuente de la imagen: piper60 en pixabay.
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[1] Velasco Carretero, Manuel. De “niño perdío” a “er solucionador”. 2021. Sitio visitado el 01/01/2022.
[2] Velasco Carretero, Manuel. Personas buenas. 2016. Sitio visitado el 01/01/2022.
[3] Velasco Carretero, Manuel. De ola en ola. 2016. Sitio visitado el 01/01/2022.
[4] Simón, César. Maestro de Vida. ABC. 2005. Sitio visitado el 01/01/2022.
[5] González Serrano, Javier. Schopenhauer, maestro de vida culturamas.es. 2010. Sitio visitado el 01/01/2022.
[6] Velasco Carretero, Manuel. Sentir la palmada. 2017. Sitio visitado el 01/01/2022.